La improvisación como divisa
La improvisación como divisa

Castillo no es un buen candidato, nunca lo fue. Por su carácter errático y serpenteante, por su falta de claridad, por su facilidad para desdecirse y acomodar su discurso a la audiencia de turno. Si es que se ha mantenido en una posición expectante en las encuestas, es porque ha sabido cabalgar sobre la legítima frustración e indignación generalizadas. Sin embargo, con eso no le bastará para hacerse de la Presidencia si no se despercude de sus actitudes de reyezuelo virulento, y si no deja de faltarles el respeto a los electores con sus idas y venidas, su derrota será inexorable.

Uno de sus más recientes desatinos fue retar a Keiko Fujimori a un debate en el penal de Santa Mónica (en una clara falta de respeto a las internas) para luego plantear, en Iquitos, un encuentro en el que estén también los padres de ambos y, finalmente, decir que ya no irá al penal porque “ya estamos debatiendo en cada una de las plazas” (sic). Sobre su equipo técnico, al que todos queremos conocer, dice que no los presentará porque “son parte del pasado”, y en un tuit publicado ayer dijo que no lo presentará porque eso implicaría realizar una repartija anticipada de ministerios.

Además, sigue insistiendo en convocar a una Asamblea Constituyente, a sabiendas de que es inconstitucional y después de haber firmado su compromiso de respeto a la institucionalidad. Se supone que la alianza con la izquierda institucional encauzaría la candidatura de Castillo, la haría más democrática, pero el candidato sigue yéndose por la libre y soslayando los compromisos que ha firmado. Al parecer, Mendoza estaría quedando en offside por las disputas al interior de Perú Libre y por el rechazo de la facción cerronista a la intromisión de la izquierda “aburguesada y de cafetín”.

Las instituciones, la sociedad civil y las fuerzas democráticas deben exigirle a Castillo claridad sobre sus propuestas y su equipo y, además, deben exigirle que asista a los debates programados por el JNE.

TAGS RELACIONADOS