En columnas anteriores hemos escrito sobre lo discapacitantes que pueden ser los episodios de migraña y como por ello se pierden horas de trabajo, productividad, vida familiar y social. Hemos conversado ahí sobre los tratamientos para el dolor agudo, tanto los clásicos como los más modernos, y que esperamos de ellos.
Hoy hablaremos sobre la prevención de los episodios de migraña y el impacto que tienen en la vida del paciente. Cuando un paciente presenta más de 4 días de dolor al mes o estos dolores duran dos o tres días o que por su intensidad son muy discapacitantes, ese paciente debe recibir tratamiento para prevenir sus dolores.
Hagamos rápidamente un ejercicio matemático. Muchos pacientes tienen unos dos episodios a la semana que calman con el uso de analgésicos y continúan con su vida. Eso significa que tienen 8 dias al mes de dolor, traducido a una mayor escala, son 96 dias al año. ¡Ese paciente se ha pasado 3 meses del año con dolor! Indudablemente debemos tomar acción inmediatamente.
El dolor tiene 3 componentes: Intensidad, frecuencia y duración. Qué tanto me duele, qué tan seguido me duele y cuántas horas seguidas me duele. El tratamiento preventivo busca disminuir esas tres variables para buscar que el paciente tenga una mejor calidad de vida.
¿Cómo podemos lograr esto? Pues hay dos tipos de tratamientos el No Farmacológico y el Farmacológico. Los dos van de la mano. Veamos el primero.
El paciente con migraña debe identificar cuales son los disparadores o gatillos que pueden iniciar sus migrañas. Para algunos puede ser la falta de sueño, o quizá el exceso de horas que duerme. Identificar y regular estas horas es clave. Otros pacientes no suelen comer a la hora que es habitual y “saltan” sus alimentos. Esa fluctuación en los niveles de glucosa puede ser el disparador. Este fenómeno se ve en los musulmanes durante el Ramadan, quienes ayunan desde que sale hasta que se pone el Sol.
Un enemigo común no solo para el paciente con migraña sino para la salud en si, es el stress. La sobre carga de trabajo o estudios es un ejemplo. Debemos balancear nuestros tiempos para ser más productivos en el trabajo y en los estudios, ¡no junten todo para la semana de parciales o finales! Ya hemos hablado del alcohol y los alimentos, los cuales no es disparador para todos, pero si para un 20-25% de los pacientes. Hay que identificarlos de ser el caso.
En nuestra próxima columna conversaremos sobre el tratamiento farmacológico.