POLICIAS Y MEDICOS PIDEN DNI Y MIDEN LA TEMPERATURA  A CLIENTES EN EL MERCADO HUAMANTANGA DE PUENTE PIEDRA
POLICIAS Y MEDICOS PIDEN DNI Y MIDEN LA TEMPERATURA A CLIENTES EN EL MERCADO HUAMANTANGA DE PUENTE PIEDRA

El Gobierno amplió la emergencia sanitaria en todo el país hasta el 7 de setiembre, lo cual le permitirá implementar las acciones que se requieran –incluyendo movilización de las Fuerzas Armadas y aligerar procesos administrativos en las oficinas del Estado– para enfrentar la pandemia del COVID-19 hasta esa fecha. La cuarentena, las disposiciones de aislamiento social obligatorio, en cambio, se mantienen según el cronograma, hasta fin de mes, 30 de junio.

Esto significa que, más allá de mesetas, picos o escarpados, la lucha contra el patógeno continuará rigiendo la vida de los peruanos, seguirá siendo la prioridad de las autoridades, esperemos que minimizando errores. La reapertura de actividades económicas y laborales sigue adelante, pero el Ejecutivo se reserva la prerrogativa de modificar las disposiciones, según vayan evolucionando los contagios y las estrategias públicas para detenerlos.

Con ya casi 180,000 casos confirmados de coronavirus, cabe esperar que las condiciones de bioseguridad bajo las que se impulsará la reactivación de las fuerzas productivas del país sean monitoreadas eficazmente para evitar indeseados rebrotes del mal. Volver al trabajo, sí, pero manteniendo distancias, vigilando las condiciones de higiene y, en general, siguiendo las recomendaciones y normativas vigentes.

Como han advertido varios economistas, se necesita tener un control de la propagación del virus para que el proceso de reactivación se sostenga en el tiempo sin interrupciones y no se tenga que revertir, con lo cual aumentaría el ya tremendo impacto que ha tenido la pandemia en la economía del país.

Mucho de la responsabilidad en adelante recae entonces en las empresas y sus líderes, en su capacidad de cuidar a sus trabajadores, pero sobre todo esta tarea también compete a cada trabajador y ciudadano en general, pues no hay política pública de salud que se sostenga en piloto automático: es la ciudadanía responsable y consciente la que ahora debe redoblar el cuidado de su salud y de las personas que tenga a su alrededor.

Que la ampliación del estado de emergencia sanitaria también sea un periodo de directivas mejor tomadas, más claras y debidamente comunicadas al país, algo fundamental para una reactivación segura.