La FODA de las Elecciones 2021

En el planeamiento estratégico, el diagnóstico y la construcción del famoso FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) son trascendentales para cualquier proyecto. La prolijidad de las ideas y la honestidad de los datos determinan generalmente su éxito; por eso, queremos contribuir con algunas ideas sobre un FODA para el país en esta coyuntura tan complicada.

Así, debemos anotar algunas Debilidades, como nuestra economía, que ha quedado devastada por el alto nivel de desempleo y el retroceso en los índices de pobreza, el colapso del sistema de salud, el retorno de la inseguridad y la turbulencia política que tanto daño les hace a los peruanos.

Las elecciones generales de 2021, debiendo ser una oportunidad, terminan siendo una Debilidad, si elegimos un presidente con una pobre representación política y un Congreso que más parezca una “torre de Babel”. La diversidad de partidos políticos (incluyendo los de larga data) sin un centro ideológico sobre el cual girar y la pérdida de credibilidad en ellos a causa de su pusilanimidad para reinventarse, nos deja a merced de la manipulación psicológica del que más dinero tiene. La historia lo dice.

Las 10 Amenazas que el país enfrenta, como son la corrupción, el narcotráfico y la pandemia, entre otros, serán el verdadero reto que hay que vencer, con una política coherente y centrada en la seguridad, para contribuir al verdadero desarrollo.

Sin embargo, tenemos una gran Fortaleza: la capacidad de resiliencia ciudadana y de la pequeña y mediana empresa. Hay más de 7 millones de peruanos subempleados (44.3% del total de los que tienen empleo, según el INEI - junio 2020) que se fajan todos los días para sobrevivir aun desde la informalidad o el incremento de los nuevos microemprendimientos de aquellos que se quedaron sin trabajo.

La Oportunidad es que contamos con capacidades nacionales a la mano, como son los proyectos mineros, energéticos y productivos, que están ahí, en el marcador, listos para ser retomados como el mejor medio para salir a flote, si dejamos de lado banderas ideológicas o políticas, o combatimos con decisión a los operadores perniciosos del desarrollo productivo del Perú.

La “magia” del verdadero cambio brotará de manos de los votantes, cuando el 11 de abril de 2021 enfrenten su destino ante el ánfora de votación y renuncien a su alicaído partido o precario candidato que no tiene opción, y concentren su voto en cualquiera de las tres tendencias (derecha, izquierda o centro) y no se dispersen entre 20 partidos, garantizando la estabilidad política, capacidad de concertación y la apertura hacia el desarrollo. ¡Sí se puede!