La cosecha de Vizcarra

Leo a algunos sorprendidos por el repunte de la popularidad de Vizcarra, que ha alcanzado, según la última encuesta de Datum, un nada despreciable 63%, mientras su desaprobación cayó de 38% a 31%. No son los 80 puntos de respaldo a los que llegó tras la disolución del Congreso en octubre, pero es una aprobación envidiable en cualquier condición y bastante más alta a la de sus antecesores en este punto de su gobierno.

El gobierno de Vizcarra ha mostrado debilidades de gestión incuestionables. Que, en promedio, haya sufrido una baja ministerial cada 22 días dice mucho de eso. Lo mismo con la reconstrucción del norte. Pero agotar el análisis en esa dimensión es ocioso e impide ver el bosque completo. El apoyo a Vizcarra surge de su acción política, algo que se puede ver en el resultado de las elecciones congresales, en la que los grandes derrotados fueron quienes se opusieron a todos los intentos de reforma impulsados en los últimos dos años y a los esfuerzos por desmantelar redes de corrupción. En el fondo, Vizcarra fue el más respaldado en esos comicios especiales. El repudio de la gente a quienes se han banqueteado con el Estado durante años se está manifestando así.

La pregunta es qué hará Vizcarra con esta aprobación que podría variar luego de que el balance de poderes se reajuste con la juramentación del nuevo Congreso. Lo esperable es que apunte a sacar temas muy concretos relacionados con asuntos vitales para la vida cotidiana de los peruanos, como seguridad, salud, transporte y educación, además de hacer lo necesario para concluir la reforma política y judicial. Ojalá también nos sorprenda con esto, sacando ventaja de que en unos meses los que se han dedicado a obstaculizar comenzarán a invertir sus energías en estrategias para intentar reaparecer en 2021.