Economista Luis Carranza. (Renzo Salazar/GEC).
Economista Luis Carranza. (Renzo Salazar/GEC).

El debate entre los representantes de los dos equipos técnicos que aspiran a llegar al gobierno en esta segunda vuelta puso en evidencia una severa orfandad de argumentos en las filas de Perú Libre. Para ejercer la Presidencia de la República de nuestro país, más aún en circunstancias tan difíciles como las que nos ha dejado una pandemia que no termina de irse, se necesita técnicos capacitados en todas las materias.

Muchos analistas vieron en la debilidad de las propuestas de los representantes de PL la razón principal de que Pedro Castillo haya venido rehuyendo el debate técnico –incluso de manera descortés y prepotente, cuando se le preguntaba– entre los especialistas de cada organización.

Y uno de los aspectos que más preocupa a los peruanos es la economía, es decir, el empleo y las garantías de que exista un plan serio de reactivación económica en este momento de crisis y con cientos de miles de ciudadanos que han perdido el empleo o su principal fuente de ingresos. Las fórmulas presentadas por los expertos de Perú Libre, todas basadas en la vuelta a un estatismo fracasado y al que ninguna democracia moderna recurre por tratarse de un modelo superado por la historia, inspiraron poca confianza.

Por su parte, la inobjetable exposición del exministro Luis Carranza, importante incorporación en el equipo de Fuerza Popular, en cambio, fue literalmente al grano. El poder adquisitivo de los peruanos en un gobierno de PL, que aplicaría el modelo venezolano y el cierre de la economía, perdería 100 veces su valor. Un kilo de pollo, por ejemplo, llegaría a costar 29 soles por los costos del maíz que tendría dificultades de ingresar una vez prohibidas las importaciones que insistentemente anuncian Castillo y Cerrón.

El equipo de economistas que ha logrado convocar Keiko Fujimori para esta segunda vuelta parece tener claro el rumbo que debe tomar el nuevo gobierno ni bien se instale el 28 de julio próximo. Lejos de la pastosa demagogia presuntamente nacionalista y confiscadora que proclama Castillo en plazas y tribunas, la mayoría de los técnicos de FP fueron solventes y específicos al momento de explicar sus propuestas.

Lo que al Perú le urge en estos momentos es menos palabrería hueca y mayor experiencia y profesionalismo para salir del atolladero pospandemia.