Stefano Peschiera portó la bandera peruana en el desfile de delegaciones. (Captura: Movistar TV)
Stefano Peschiera portó la bandera peruana en el desfile de delegaciones. (Captura: Movistar TV)

Luego de la ceremonia de inauguración de los Juegos Panamericanos –sobre la que no voy a escribir porque ya colegas más capaces hicieron correr ríos de tinta al respecto– salió a la luz un spot. Me lo enviaron por redes. Se llamaba “El impresionante spot de los Juegos Panamericanos Lima 2019”, por si alguno de ustedes lo vio. Yo lo miré entero. Figuras tipo Pixar de hombres fornidos o de graciosas mujeres indígenas de todos los pueblos americanos originarios, corriendo, nadando, saltando y hablando en sus lenguas nativas. No entendí ni jota. Por lo visto el spot no estaba diseñado para mí. El slogan del final era “Jugamos todos”.

Está claro que todos, lo que se dice todos, no. Esta invitación que intenta ser inclusiva la encuentro por lo menos incorrecta y por lo más ofensiva para grandes atletas peruanos. Sofia Mulanovich, campeona mundial de surf –que nunca es cualquier cosa– bien apodada la ‘Gringa’ no pertenece a ningún pueblo originario. ¿Juega o no juega la ‘Gringa’? Kina Malpartida Dyson, campeona de box, hija del tablista ‘Chino’ Malpartida y la icónica modelo de los 70 Susy Dyson Gibson tampoco tienen origen nativo, o sea que tampoco está convidada a la fiesta.

Excepción en la inauguración se hizo con Rocío Larrañaga Leondhart, famosa tablista de padre vasco y madre sueca argentina quien sí estuvo en la ceremonia de apertura, pero que como se ve tiene cero conexión con los pueblos nativos de América. ¿Son ellas menos peruanas? ¿Es solo peruano o con derecho a jugar el que ya estaba acá cuando llegó Colón? Me parece gravísimo. Sin ir más atrás, ¿dónde quedan Felipe Pomar y Joaquín Miró Quesada, ambos campeones mundiales en la misma disciplina? Y ahora tenemos una medallista de oro de esquí acuático en Natalia Cuglievan Wiese. El spot tampoco muestra la importante participación en el deporte de los descendientes de africanos, como el ‘Nene’ Cubillas; menos mal que Lucha Fuentes y Cecilia Tait fueron honradas en la inauguración.

Con tantas y tan remarcables ausencias, a mí ese spot me parece un desastre. Más allá del mismo, si queremos un país verdaderamente integrado que durante años le volteó la espalda a los pueblos nativos, ¿vamos a arreglar el entuerto volteándole ahora la espalda a los hijos o nietos de inmigrantes que llegaron al Perú y que tanto y tan bien han contribuido a su desarrollo, y no solo en el ámbito del deporte? ¿Qué nos pasa? ¿No podemos ser peruanos todos juntos? Por lo pronto el idioma que une peruanos, que comparte toda Latinoamérica y nos hermana y nos da identidad –salvo el caso de Brasil, pero nos entendemos bastante bien con ellos– es el castellano. Somos el segundo idioma que más se habla en el mundo, después del chino.

Yo soy una criolla. O sea, peruana descendiente de asturianos, catalanes y castellanos nacida en América. Sangre casi totalmente española. Corazón cien por ciento peruano. Yo también quiero jugar.

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