Juan Mendoza: El sol de los incas

“La Nación peruana es resistente y perdurable. Nuestras vidas se inician y terminan. Pero el Sol de los Incas jamás verá el ocaso sobre nuestra querida patria”.
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Celebramos con justa alegría un año más de vida independiente. Pero ¿cuál ha sido el desempeño económico del Perú desde el 28 de julio de 1821?La República es heredera de un rico y notable pasado. El Perú precolombino fue una de las grandes civilizaciones del mundo antiguo, según Toynbee. El Virreinato del Perú fue el indiscutido centro político, económico y cultural de Sudamérica durante 300 años. San Marcos es la primera universidad del Nuevo Mundo. Nuestro ingreso per cápita era similar al de Italia o España a inicios del siglo XIX.

El desarrollo del Perú ha enfrentado tres obstáculos fundamentales. El primero fue la desmembración territorial y la pérdida de población que trajo la independencia. El territorio actual es menos del 60% del que tenía la Audiencia de Lima en 1810. Presidentes como La Mar, Castilla o Billinghurst nacieron en ciudades que hoy pertenecen a países extranjeros. El PBI del Perú se redujo en 71% entre 1808 y 1822, de acuerdo a Bruno Seminario.

El segundo obstáculo fueron las invasiones extranjeras en el siglo XIX: el ejército gran-colombiano de Bolívar en 1828, las fuerzas chileno-argentinas en 1839 para frustrar la reincorporación del Alto Perú, y la ocupación durante la Guerra del Pacífico que significó una pérdida de 78% en el ingreso per cápita entre 1879 y 1883.

Las malas políticas económicas han sido el tercer obstáculo. El endeudamiento público irresponsable cuando el ingreso del guano decayó nos dejó postrados para enfrentar la amenaza externa. Las nefastas políticas entre 1968 y 1990 generaron un descalabro macroeconómico que puso en riesgo la continuidad del Estado. El PBI se desplomó en un tercio entre 1987 y 1990.

Pero el Perú vence sus dificultades; siempre renace, cual Ave Fénix, de las cenizas de la derrota. Entre 1895 y 1975, el país creció más rápido que sus vecinos y eliminó la ventaja en ingreso per cápita que Chile le había sacado. Desde 1990 hemos multiplicado nuestro ingreso por más de tres y nuestras exportaciones por diez. Tenemos la inflación más baja de la región desde el 2000. El Perú volverá, eventualmente, a ocupar el lugar de preeminencia que la historia sugiere le corresponde.

Pero aún queda una larga montaña por escalar. Es urgente erradicar la inaceptable desigualdad en oportunidades e ingresos: 22% de pobres, 80% de anemia infantil en Puno, ingreso promedio en Apurímac inferior a 650 soles mensuales.

La Nación peruana es resistente y perdurable. Nuestras vidas se inician y terminan. Pero el Sol de los Incas jamás vera el ocaso sobre nuestra querida patria.

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