notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

El aumento del sueldo mínimo es populista y demagógico. El efecto principal será incentivar la informalidad laboral en las pequeñas y medianas empresas. Se perjudicará precisamente a los trabajadores de bajos ingresos que, en teoría, se busca ayudar.

El problema fundamental con el alza del sueldo mínimo es que no tiene financiamiento. ¿De dónde va a salir la plata para que las empresas paguen más? Como no hay aritmética posible que permita que las remuneraciones sean mayores que la productividad, las empresas formales se encontrarán en la disyuntiva de reducir el empleo o volverse informales. No sorprende, por ello, que sendos estudios de Grade y del BCRP concluyan que cada vez que se ha incrementado el sueldo mínimo se ha registrado un aumento en el empleo informal.

Tampoco es sorpresa que la Asociación de Gremios de la Pequeña y Mediana Empresa haya calificado la medida como populista. Son justo las pequeñas y medianas empresas, aquellas que se debaten entre el mundo formal e informal, las que tendrán que lidiar con las consecuencias de la medida. Para las grandes empresas el incremento del sueldo mínimo es irrelevante pues las remuneraciones promedio superan los S/1,700 al mes.

El alza del sueldo mínimo tampoco tendrá un efecto reactivador. Sin duda aumentará el consumo del 1% de los trabajadores que recibirán los 100 soles extras, pero también se reducirán la inversión de las empresas que tienen que solventar el incremento y el consumo de los trabajadores que perderán el empleo. A nivel macroeconómico, es mucho ruido y pocas nueces.Los sindicatos se verán perjudicados con el aumento pues, al caer el empleo formal, se reducirá aún más la cobertura de la negociación colectiva que hoy apenas llega al 2% de la fuerza laboral.

Sería extraordinario que, como en la bíblica multiplicación de panes y peces, se pudiera hacer el milagro de multiplicar los ingresos por ley. En el mundo terrenal, sin embargo, la manera responsable de aumentar las remuneraciones es incrementar la demanda agregada y mejorar la productividad. Pero este gobierno nos deja una economía creciendo a la mitad que hace 5 años. ¿Y qué mejora de largo plazo podemos esperar en la productividad cuando entre el 2011 y el 2014 la anemia infantil pasó de 42% a 47%, a pesar del mayor gasto en "inclusión social"?

El aumento del sueldo mínimo es un ejemplo de populismo demagógico que deberíamos desterrar de la política pública. Al final del día, al incrementar la informalidad, se despoja de derechos laborales y protección social a quienes más los necesitan.