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Redacción PERÚ21

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Si bien es cierto que, hasta hace muy poco al menos, el fujimorismo facilitó al oficialismo sus primeras medidas políticas (aprobación del Gabinete Zavala, delegación de facultades, presupuesto público, entre otras), también lo es que la censura del ministro Jaime Saavedra significa un quiebre en dicho tránsito. Si el quiebre es ligero o radical, lo sabremos a medida que se produzcan nuevos episodios de desconvergencia entre ambos grupos políticos.

Dicho esto, es meridianamente claro que el presidente Kuczynski debe encontrarle una solución al problema que le plantea el fujimorismo; así la bancada mayoritaria no vuelva a hacer una demostración de poder en los próximos meses (como especulan los áulicos, y pueden tener razón), igual el oficialismo debe encontrar una manera de neutralizar dichas iniciativas, ya que si no, serán presos del potencial escenario, una suerte de autocensura política.

El gobierno tiene que encontrar la manera de recuperar la iniciativa política. Un diálogo, por abierto y plural que sea, no constituirá nunca un cheque en blanco en esta estructura de división de poderes que tenemos al frente. El fujimorismo no renunciará a su proyecto político (ellos lo entenderán como un "deber"), y nadie puede pretender que lo hagan; a fin de cuentas, la estructura es el producto del voto ciudadano. Democracia, como le llaman.

La pregunta entonces es si dicha solución debe ser de corto o largo plazo. Los áulicos quieren ver sangre; lo que no sabemos es la de quién: si la del fujimorismo o la de PPK, porque cada vez que proponen insensateces (como la cuestión de confianza y el cierre del Congreso, por ejemplo), lo que deriva es un escenario de crisis que culmina en una mayor desaprobación presidencial. El mandatario optó, esta vez, por no hacerles caso, felizmente, pero ¿y la siguiente?

Más allá entonces de lo que hagan los fujimoristas (que tienen un plan de juego, por seguro), y lo que chillen los áulicos, el gobierno debe encontrar una manera de plantarse ante ellos estratégicamente. ¿Cómo? Eso es en lo que toca trabajar. Ojalá lo hagan, y pronto.