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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

¿Puede alguien, a estas alturas, estar asombrado o indignado por la sistemática violación de nuestra privacidad por parte de este gobierno? No; no, a menos que seas parte del gobierno. Escuchar a los principales voceros, incluida la premier Ana Jara, solo confirma que nuestras sospechas tienen algo de fundamento. Sino, ¿por qué no estarían ellos también sorprendidos y alarmados?

Es la tranquilidad del oficialismo la que preocupa. Que indagaban, espiaban y, en fin, hacían todo lo que sabemos hacían, era harto conocido. No sé ustedes, pero ayer el ambiente era más de lo mismo: congresistas llamando la atención (acerca de aquello sobre lo que llaman la atención desde hace años, como ha señalado el congresista Víctor Andrés García Belaunde), periodistas indignados en las radios y cámaras (sobre temas que informan desde hace años), y así, todos rehaciendo un teatrín. Todos, incluyendo por supuesto al oficialismo.

El congresista cuasi-oficialista Daniel Mora ha dicho, respecto al caso, que "es una función normal de contrainteligencia tener registrado a los altos funcionarios o funcionarios que trabajan con altas autoridades". ¿Contrainteligencia? ¿Debemos suponer que los periodistas Aldo Mariátegui y Juan Paredes Castro espían al gobierno y, por lo tanto, hay que espiar a los que espían? ¿También espiaban al gobierno reconocidos empresarios como José Miguel Morales o Dionisio Romero? ¿Esa es la mejor respuesta que tienen?

En fin; como dijimos, nada es nuevo y nada debe, por ello, sorprendernos. Si viviéramos en un país medianamente desarrollado, que aspira a integrar la OCDE, que pretende convertirse en una plaza de inversiones en tecnología e innovación, como nos cuentan de tanto en tanto, la Sra. Jara no iría al Congreso a tontearnos nuevamente, sino hubiera presentado su carta de renuncia. Ella y todo el gabinete. Y si viviéramos en un país "democrático", que "avanza", donde "sí se puede", como nos (les) gusta identificarnos, el presidente Humala ofrecería disculpas y llamaría –a estas alturas– a un gabinete consensuado que nos haga llegar, como sea, a julio del 2016. Claro, para eso todos los condicionantes anteriores tendrían que ser verdad.

Juan José Garrido director@peru21.com