notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Uno. Fuertes declaraciones del premier Fernando Zavala respecto al uso político de las interpelaciones por parte de Fuerza Popular. Salvo por el detalle, no pequeño, de que la interpelación al ex ministro Martín Vizcarra fue liderada por Acción Popular (no por el fujimorismo), es cierto que la oposición está haciendo un uso desmedido de la misma. Esto lo decimos a sabiendas de que en democracia la interpelación es un mecanismo político válido; pero en lo que va de esta gestión, no solo debemos mirar las interpelaciones, sino también las visitas de los ministros a las comisiones del Congreso. En estas, el Ejecutivo pierde horas de horas para responder diatribas y, la mayoría de veces, escuchar excesos e insultos. Como bien dicen, está bien culantro, ¡pero no tanto! El Legislativo debe invitar a los ministros, interpelarlos cuando crea conveniente; pero en el exceso está el problema. Y si medimos las visitas en el primer año, pues estas están pasando, ciertamente, lo entendible.

Dos. Hizo bien el presidente Kuczynski en recordar, en Quito y ante los amigotes del chavismo, la necesidad de reforzar nuestros sistemas democráticos en la región. Pero creemos que debió ir más allá en el caso de Venezuela. Los peruanos somos corresponsables de la tragedia que vive el pueblo venezolano. Fue aquí, en Lima, donde el ex presidente Humala y sus pares de Unasur le limpiaron la cara a dicho régimen. Tenemos, por lo tanto, que asumir una postura más enérgica con la dictadura madurista. No se trata de ayuda humanitaria, sino de parar ese régimen que le va costando la vida a 51 jóvenes venezolanos.

Tres. Ante las críticas del Ejecutivo, el contralor Alarcón ha prometido una auditoría al contrato original y al proceso del aeropuerto de Chinchero. Esto puede ser visto como una hábil maniobra política (revisa lo que se cuestiona) o como una sutil venganza (¿quiénes promovieron y movieron los hilos detrás de dicha concesión?). Como dicen, ten cuidado con lo que pides.