Juan José Garrido: Ideas sueltas

“No sé qué era peor: no firmar el documento presentado por el resto de las bancadas o presentar este esperpento que simboliza la burla del FA…”.
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Uno. Ante las críticas, que llovieron desde todas las esquinas políticas e ideológicas, el Frente Amplio presentó su versión de moción de orden del día sobre el caso venezolano. No se apuren, no aplaudan aún. La moción del FA, lamentablemente, tergiversa la realidad, refiriéndose a supuestos "esfuerzos de diálogo" entre las partes, y llaman a "demandar" a respetar y respaldar los mismos. O sea, nada, que sigan entre el gobierno y la Unasur tonteando al pueblo venezolano, a los ingenuos que crean en ellos y que continúe el provecho de los comechados. No sé qué era peor: no firmar el documento presentado por el resto de las bancadas o presentar este esperpento que simboliza la burla del FA ante la tragedia que viven. En fin. Recordemos, por favor, estas señas de cara al 2021.

Dos. Si algo impide el desarrollo de la productividad local, es nuestra anacrónica e injusta regulación laboral: excluye del mercado formal a los menos educados (por los altos costos directos e indirectos). Si algo requerimos, urgente, es una reforma radical y holística del marco regulatorio, que asuma nuestras debilidades y promueva la formalización. Lamentablemente, dos hechos llaman a suponer que no veremos algo sustancial en el mediano plazo: por un lado, el ministro Grados descartó la flexibilización laboral juvenil (grupo que es, justamente, el que más oportunidades requiere); por otro lado, la Comisión de Trabajo del Congreso recae en… el Frente Amplio (enemigos eternos de la modernización). ¿Cómo lograrán los jóvenes integrarse a puestos de trabajo que demandan capacidades cognitivas y tecnológicas si tenemos altos índices de desnutrición infantil, una de las peores educaciones públicas del mundo y una regulación laboral cara y espantosa? ¡Qué estaremos pagando!

Tres. En España, el ingeniero Miguel Gallardo ha presentado una demanda por plagio a César Acuña. Esto puede volverse una piedra en el zapato muy rápido para el presidente de Alianza para el Progreso. Mientras que localmente Acuña puede esquivar y demorar una resolución judicial, allá el sistema funciona, así que pronto sabremos en qué acaba aquella telenovela.

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