notitle
notitle

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Las recientes reflexiones del presidente Kuczynski respecto de las corruptelas de la constructora brasilera Odebrecht no han sido las más acertadas; en este contexto, y con los dueños y ejecutivos de la empresa ofreciendo disculpas públicas y allanándose ante cuanto cargo les presentan, qué quieren que les diga. No fueron, sin duda, las mejores palabras para referirse al tema.

Casi de inmediato, sin embargo, se han levantado los dedos acusadores y se entretejen conjeturas, todas ellas apuntando a lo que sería, en opinión de muchos, casi una confesión de parte. Valgan verdades, creo que es –nuevamente– la falta de filtros de nuestro mandatario, más que el inicio de una cruzada personal del mismo para defender la honra de la corrupta constructora. En todo caso, en la entrevista al diario Gestión, ha sido enfático en rechazar cualquier tipo de vínculo comercial o social.

Dicho esto, y considerando la gravedad de lo publicado, hace bien el gobierno en curarse en salud: para empezar, limitar la participación de dicha empresa en obras públicas, así como atender la solicitud de la Fiscalía por mayores recursos. Todo ello está muy bien, pero para serles sincero, creo que pueden ir más allá y, sobre todo, con mayor entusiasmo y decisión.

Para empezar, respecto al proyecto Gasoducto del Sur. Existe, como sabemos, una cláusula contractual que permite rescindir el contrato ante alguna muestra de corruptelas en el proceso. Pues bien, ¿qué, exactamente, constituiría la ejecución del contrato? ¿Puede el gobierno sacarnos de la duda? Mientras más tiempo tome definir si dicha cláusula se hará o no efectiva, mayores costos asumiremos todos los involucrados (contribuyentes, gobierno, empresas, etc.).

Finalmente, y como exigen muchos analistas, las investigaciones en este caso tienen que expandirse a todos los ámbitos de acción de dicha empresa (nacional, local, regional, como proveedora, donante, etcétera), así como de otras involucradas en el caso Lava Jato (que, en medio de este alboroto, pasan desapercibidas). Guerra frontal contra la corrupción, caiga quien caiga.