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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Ha hecho muy bien el presidente Kuczynski en desinflar los deseos de los áulicos. Me refiero, por supuesto, a la cuestión de confianza, movida con la cual –supuestamente– habrían conseguido poner contra las cuerdas a la oposición fujimorista y aprista. El mandatario, en su mensaje a la nación, se mostró claro y directo a favor del diálogo y la reflexión; como había señalado antes, el ministro Saavedra es una pieza clave en la reforma educativa, reforma que "seguirá inamovible" cuando regresen los alumnos al colegio en marzo.

A estas alturas, el fujimorismo tiene, por supuesto, aún la posibilidad de recular en su deseo de censurar al ministro de Educación. Como hemos señalado antes, no quedan claras las razones, aunque la mayoría de la ciudadanía (en distintas encuestas) se encuentra a favor de la misma.

Dicho esto, la pelota está en la cancha del Dr. Saavedra. Llevar las cosas hasta la censura solo creará problemas a quienes se han jugado –todo lo que podían– por él. Otro presidente ya le hubiera cortado la cabeza hace mucho, pero el Sr. Kuczynski no es cualquier otro. Ha dado todas las demostraciones posibles del aprecio y confianza que le tiene, pero las cosas han circulado por otras vías, por lamentable que sea. Como me dice un actual ministro, "somos fusibles". Cierto: el ministro se debe ante todo al Gobierno, y más aun cuando ello significa evitarle al mismo una crisis adicional de popularidad.

A estas alturas, la solución es clara. El Gobierno se encuentra recién en el quinto mes de gobierno. Faltan, de acuerdo al calendario democrático, cincuenta y cinco meses más. La eventual cuestión de confianza era una locura, un absurdo político, una estrategia que no llevaba a nada. Nunca entenderé por qué intentaron guiar al mandatario hacia la misma. Pero ello no quita que, en efecto, el Gobierno tiene que encontrar una lógica, un marco estratégico, para lidiar con un Congreso mayoritariamente opositor. El Gobierno debe recuperar la iniciativa estratégica. Para eso, por supuesto, ayúdenlo primero quienes deben.