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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Termina otro año y, como es usual, nos preocupamos por los recuentos y las expectativas. Lo hemos dicho antes, el 2016 no fue un buen año en grandes rasgos: una campaña muy polarizada, un resultado que hace difícil la gobernabilidad de los próximos 5 años, el término de un gobierno mediocre y corrupto, el estallido de un caso de corrupción que remecerá los cimientos políticos, sociales y empresariales del país, la economía ralentizada y la inversión privada en pausa, en fin… sobran las razones para considerar al 2016 un año antipático, complicado.

Podemos entrar al 2017 con las preocupaciones, la desidia y las frustraciones del 2016, o bien podemos empezarlo sacudiéndonos todos un poco y actuando de tal forma que en el corto plazo empecemos a ver nuestro futuro con optimismo. Para ello, todos tenemos que poner de nuestra parte: como ciudadanos, respetándonos unos a otros y tratando de hacer las paces con la modernidad, la formalidad y –sobre todo– con el sueño republicano.

El gobierno, en representación del Estado, tiene que poner también (y tal vez primero) de su parte. Para empezar, tiene que brindarnos muestras de celeridad en la lucha contra la corrupción. Es inaceptable que nuestros recursos (vía impuestos) acaben en manos de una gavilla de inescrupulosos burócratas y mercantilistas sin que la justicia pueda actuar de manera rápida y efectiva. O el sistema se encarga de hacer justicia rápido, o la carga de inmoralidad creará una sociedad inerte a las leyes y las responsabilidades.

¿Quién pagará impuestos, respetará los procesos, actuará acatando sus compromisos si nos queda claro, a todos, que por la vía rápida de las corruptelas se puede ganar más, rápido y, encima, libre de culpas o penas?

Por otro lado, no se pueden aguantar más las reformas sociales, económicas e institucionales. Hay que mejorar el acceso y la calidad de las prestaciones de salud y educación básica ahora; no podemos seguir pateando esa deuda. Como no podemos seguir pateando la reforma del sistema de justicia y de partidos políticos.

¡Que el 2017 sea el año de ajustes con nuestro pasado y de cambios de cara al futuro!