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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Y así, como si nada, amanecimos ayer con la noticia de que el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) dejaba sin efecto el contrato para el aeropuerto de Chinchero, y encima por mutuo acuerdo. Cierto, el contrato se caía por peso propio: 81% de los ciudadanos cree que hubo corrupción en la adenda firmada y 49% (frente a un 26%) le daba la razón a la Contraloría frente al MEF (o sea, al Ejecutivo). En resumen, el contrato se veía como un error y se percibía corrupción en el mismo (Datum, junio de 2017).

Hacen muy bien la empresa y el gobierno, vistas las cosas, en parar esta insensatez. Ya veremos, en los próximos días, las letras chiquitas de este nuevo acuerdo, pero es muy probable que sea blando con el Estado (valgan verdades, la empresa se había quedado sin palanca hace mucho).

Ahora, le toca al gobierno sacar adelante el proyecto. El 64% de los encuestados (frente a un 26%) entiende los beneficios del mismo. No es, como dicen algunos, que los peruanos no quieren la obra; están, por el contrario, muy conscientes del beneficio de la misma, solo que quieren que esté inmaculada, sin sospechas de corrupción de por medio.

Por otro lado, es increíble el costo político que asumió el Ejecutivo. Aun después de todo lo visto, ¡el 54% cree que el ex ministro Vizcarra debe renunciar al cargo de vicepresidente del país! En lo personal, me parece una exageración, pero para que el 54% crea que debe renunciar a dicho encargo, significa que la población se siente indignada por cómo se llevaron las cosas. Y en eso, sin duda, tiene razón. ¿Para qué tantas idas y vueltas? ¿Por qué apostaron tanto y a ciegas por continuar dicho contrato, a sabiendas de que fue mal negociado? ¿Por qué se demoró tanto el Ejecutivo en señalar los problemas del mismo? ¿No hay nada que investigar, ningún ex funcionario que denunciar?