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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Será difícil que el chavismo y el castrismo, que ocupa Venezuela, suelten el poder. Maduro declaró que se mantendrá "a cualquier costa" y ejercerá la "violencia revolucionaria" contra la "violencia imperialista" si pierde hoy las elecciones legislativas. Es un ablandamiento para abusar del fraude electoral. Ya el opositor Capriles ganó las dos últimas elecciones; los resultados fueron falsificados y Capriles reculó. Hoy volverán a manipular el Consejo Nacional Electoral con el voto computarizado, validarán los votos de cubanos e iraníes recién nacionalizados, el triple voto de los militantes del PSUV y elegirán más diputados en zonas chavistas. Sin embargo, el repudio contra el régimen de Maduro y los Castro ya es infalsificable, por abrumador. Las encuestas son contundentes, así como la voz generalizada del pueblo, aun de los barrios chantajeados por el gobierno.

Habrá dos oposiciones legislativas. La del futuro, constituida por el sacrificio y el coraje militante de Leopoldo López, María Corina Machado, del recientemente asesinado Manuel Arias y otros venezolanos. La del pasado, representada por Capriles y su entorno, que optó por no pelear sus dos triunfos previos y acabar con el régimen, triunfos que hubieran salvado cincuenta mil vidas que por violencia callejera se han cobrado en este tiempo. Esta oposición se protegió en el burladero esperando la máxima descomposición del régimen, que recién ahora sucede. Como parte de este vergonzoso pasado están los emboscados agentes del chavismo en la oposición que este diciembre promueven negocios para Cuba en Washington, pero, bueno, así fueron las cosas y hoy es tiempo de concentrar esfuerzos por la libertad. Ojalá Venezuela, libre al fin del chavismo. ¡Gloria al bravo pueblo!