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José Cevasco: ¿Imperfecto para siempre?

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Fecha Actualización
El Congreso perfecto solo existe en la imaginación. Los Congresos, aquí y en todo lugar, son imperfectos por donde se les mire; pero la pregunta es: ¿fallan los congresistas o falla el sistema parlamentario? Muchos creen que el problema está en los dos; algunos piensan que las personas electas no dan la talla para ser integrantes del Congreso; otros, que el sistema parlamentario es caduco y obsoleto. Pero, ¿siempre será así?

En el caso peruano, el Parlamento sería mejor si los sistemas de trabajo estuviesen dotados de mecanismos más ágiles para tomar decisiones en el campo legislativo. También se debe mejorar el sistema de representación, que actualmente no tiene un soporte idóneo en la organización parlamentaria; en este campo, los esfuerzos individuales de los parlamentarios se vuelven inútiles, ya que el Congreso no tiene un soporte político para canalizar y fiscalizar, ante las entidades públicas, las demandas ciudadanas incumplidas.

Pero, también, parte de las imperfecciones del Congreso es responsabilidad del comportamiento de sus integrantes, muchos de ellos no asumen que "ellos ya no son ellos" y que su situación de parlamentarios los convierte en un "bien público"; la conducta individual es evaluada por el ojo ciudadano y sus malos comportamientos son generalizados en contra de la imagen de todo el Legislativo.

Encomiable sería que se reconozcan públicamente los errores, pero más loable sería que el Parlamento inicie una reforma integral de sus sistemas de trabajo, en los que se incluyan no solo los aspectos político-parlamentarios, sino también los aspectos político-técnicos de su planta administrativa.

Algo que la población reconocería como válido sería el esfuerzo por dejar para el siguiente Congreso las reformas para mejorar los sistemas de trabajo legislativo, el de la función de representación y el referido al control político y de fiscalización.

Un balance cuantitativo y cualitativo del Parlamento sería de mucha ayuda para mejorar el funcionamiento de nuestro alicaído Congreso.