/getHTML/media/1238511
Lo último del paro de Transportistas
/getHTML/media/1238503
Rubén Vargas sobre inseguridad: "Se necesita inteligencia no estado de emergencia"
/getHTML/media/1238497
Gilmer Meza de Sutep Lima: "Ministro de Educación -Morgan Quero- debería de renunciar"
/getHTML/media/1238485
Alfonso Bustamante CONFIEP sobre inseguridad: "No hay liderazgo, hay ineficiencia"
/getHTML/media/1238306
Mariana Costa de Laboratoria habla sobre sus encuentros Obama y Zuckerberg en La del Estribo
/getHTML/media/1238304
Los mejores libros del siglo XXI según The New York Times | Biblioteca de Fuego
/getHTML/media/1238303
¿Cementos y fútbol femenino? Gabriel Barrio de Unacem en Marcas y Mercados
/getHTML/media/1238207
118 mujeres han sido víctimas de feminicidio en lo que va de 2024
/getHTML/media/1238198
Lo último: allanan la casa de 'Chibolín'
/getHTML/media/1237508
Hugo de Zela sobre viaje a EE.UU.: "Se intentó explicar al Congreso, pero Dina no quiso"
/getHTML/media/1237506
Abraham Levy: "Hay mucho desinterés sobre los incendios forestales"
/getHTML/media/1237484
Darío Sztajnszrajber, filósofo: "Aprendamos a vivir el amor también con sus sombras"
PUBLICIDAD

Jose Cevasco: La arena movediza

Imagen
Fecha Actualización
Ingresar al Congreso, me decía un ex legislador, es como caminar en arena movediza, ya que sin darse cuenta, al terminar el quinquenio son absorbidos por ella. La Mesa Directiva debe tener cuidado con eso; si la nueva administración quiere dar pasos importantes de alto impacto para el país, debe romper con ciertos paradigmas que hacen lenta la toma de decisiones en el Congreso.

Uno de los problemas socioburocráticos que existe en el Congreso es que gran parte del cuerpo administrativo, que lleva muchos años en la institución, tiene una envoltura ambivalente. Si bien tienen la experiencia y la memoria institucional que es favorable para la buena marcha del Congreso, la permanencia ininterrumpida evita que se actualicen con las nuevas formas que existen para una eficiente toma de decisiones técnico-políticas. Es decir, demasiado tiempo en la burbuja parlamentaria les impide conocer cómo se desarrolla hoy el mundo exterior en diferentes aspectos, alejándolos del mundo real. Esta visión mimetizada es transmitida a los parlamentarios, haciéndolos caer, con buena fe, en esa arena movediza que me graficó estupendamente un longevo –ahora– ex parlamentario. Hay que adecuar los tiempos del Congreso con los tiempos de la sociedad.

Mis amigos funcionarios del Parlamento deben ser osados y plantear padecimientos intrépidos para que la Mesa Directiva logre sus objetivos sin ir contra el reglamento.

Con buenos consejos, el presidente podría tomar decisiones políticas rápidas y eficientes socialmente. Ello implica no ponerse objetivos tan altos, tener una mirada global del aparato parlamentario, aprobar un calendario con metas concretas, manejar adecuadamente las crisis y tener una buena comunicación con la opinión pública.

Por ejemplo, ¿es necesario aprobar el cuadro de comisiones para luego aprobar la agenda parlamentaria anual? La respuesta es no. La agenda parlamentaria es la decisión política y las comisiones el instrumento para conseguirla. Imaginación y sagacidad es la clave para este corto y particular año legislativo.