El presupuesto presentado por el MEF para 2025 ha sido modificado por el Congreso. Si bien la cifra total no ha cambiado, hay sectores que han resultado favorecidos y otros que han sido perjudicados.
Por ejemplo, el Congreso ha aumentado su presupuesto de poco más de S/800 millones a S/1,300 millones, es decir, unos S/500 millones adicionales. También el sector Defensa ha recibido un incremento superior a S/450 millones. En contraste, sectores clave como Educación han sufrido una reducción de S/1,100 millones, y el de Saneamiento ha visto recortados S/800 millones de su presupuesto.
Los presupuestos aprobados reflejan las prioridades de quienes los elaboran, y aquí está claro que, para nuestros parlamentarios, es más importante aumentar su propio presupuesto en más de S/500 millones que mantener o incrementar los fondos destinados a Educación y Saneamiento.
Es inaceptable que, frente a los graves problemas que enfrenta la calidad de nuestro sistema educativo, el Congreso incremente su presupuesto en más del 60% mientras reduce el de Educación. Es igualmente lamentable que se recorten los fondos para Saneamiento, ignorando —o quizás desconociendo— la precaria infraestructura de nuestras escuelas. Según lo presentado en el último CADE, más del 70% de los colegios del país tienen déficit de agua, desagüe o electricidad.
Nunca seremos un país desarrollado si no invertimos en educación y si no tenemos una gestión eficiente en el Minedu, que asegure la correcta utilización de los recursos asignados al sector. Esto requiere un equipo altamente calificado, con capacidad de ejecución y estabilidad, para emprender un plan de largo plazo.