Designación  histórica
Designación histórica

A menos que algo inesperado suceda, Kamala Harris será la primera mujer afroamericana e indoamericana en ocupar la vicepresidencia de Estados Unidos. Así nos lo hizo saber esta semana Joe Biden, candidato demócrata a la presidencia, quien la presentó como su compañera de plancha. Hija de un migrante jamaiquino y una migrante de la India, Harris representa el cambio en Estados Unidos. Su sola nominación ya es un hecho histórico.

Kamala no es nueva en política. Ha sido la fiscal general del estado de California, es senadora desde 2017, y fue candidata presidencial en las recientes primarias del Partido Demócrata, en las que ganó notoriedad a nivel nacional. Como ella, existen varias mujeres demócratas con proyección política nacional, pero Harris reúne una serie de atributos que la diferencian como una excelente alternativa.

Primero: añade necesaria diversidad a la plancha. Al ser un hombre blanco y viejo, Biden ya no representa a la población de Estados Unidos, con una creciente diversidad cultural y étnica. Optar por alguien parecido a sí mismo habría sido un autogol.

Segundo: es progresista pero no radical. Su designación sirve para dejar sin gasolina a la principal estrategia del presidente Trump: el ataque al supuesto radicalismo de los demócratas.

Esta etiqueta calza mejor a líderes como Elizabeth Warren o Bernie Sanders, mucho más inclinados al cambio agresivo en materias claves como la salud y la política tributaria. A diferencia de ellos, Harris es suficientemente progresista para los demócratas, pero sin llegar a espantar a los votantes más conservadores.

Tercero: con sus 55 años, aporta juventud a la campaña de Biden, cuyos 77 ya le pesan y se nota. Este es un factor clave ya que, de reelegirse, Biden terminaría su mandato con 86 años. Así las cosas, la posibilidad de una sucesión presidencial cobra vital importancia.

Finalmente, hay un elemento coyuntural que ha catapultado a Harris. Desde el asesinato del ciudadano afroamericano George Floyd, en mayo pasado, ella se erigió como una de las voces protagónicas de las protestas que remecieron Estados Unidos por semanas. Su efectividad para enfrentar el racismo prevalente será fundamental para luchar contra esta tara que impide que Estados Unidos cumpla su tan mentada promesa de la igualdad.

Estoy convencido de que la designación de Harris contribuirá a derrotar en noviembre al incompetente, racista e infantil inquilino que hoy ocupa la Casa Blanca.

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