Censo 2017
Censo 2017

El pasado domingo, millones de peruanos participamos del censo respondimos un importante cuestionario sobre nuestras viviendas, identidades, estudios y relaciones familiares. Una pregunta fue “¿cuál es su relación de parentesco con el jefe o jefa de hogar?”. La dificultad para responder pasaba por asumir la premisa de la existencia de una jefatura en el hogar.

La jefatura implica relaciones de jerarquía. Los jefes ocupan posiciones superiores en una organización (el general es el jefe del coronel, y la gerenta de tienda es jefa del vendedor). Las relaciones con los jefes se construyen por distintas motivaciones, pueden pasar por la subordinación (mando) o liderazgo (modelo inspirador).

El INEI señaló la semana pasada que “el jefe o jefa es la persona reconocida como tal por todos los miembros del hogar”. En esa idea, ese reconocimiento se referirá a: ¿autoridad entre miembros del hogar?, ¿aporte económico a la familia?, ¿ser oído con mayor consideración en casa?, ¿la persona que cocine mejor? No lo sé.

Un estudio de Ipsos (2015) mostró que los peruanos consideramos mayoritariamente a hombres como jefes del hogar. En el nivel socioeconómico E, las mujeres llegaban al 37% como jefas del hogar, mientras que en el A, las jefas eran solo 25%.

Establecer lógicas de jerarquía resulta desatinado. ¿Es más jefe el padre que trabaja por un sueldo remunerado o la madre que prepara el desayuno y otorga los permisos para jugar en el parque? Creo que calmar el llanto de un bebé en la madrugada es mucho más complejo y satisfactorio que cumplir rutinarias obligaciones de oficina. ¿Qué acción nos coloca en mayor posición de “jefe del hogar”?

Pasé mi infancia y adolescencia en una casa con papá, mamá y hermanos mayores, se notaban los roles. No tuve que identificar a uno como jefe o jefa de hogar, espero que mis hijos tampoco tengan que hacerlo.

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