(Getty Images)
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Jean Paul Osores

josores@gmail.com

La tecnología hoy en día nos brinda alternativas para poder acceder a información de todo tipo. Si queremos viajar, comprar, leer, lo podemos hacer en segundos navegando por Internet. Es así que las compañías que diseñan celulares en la actualidad crean aplicaciones inteligentes capaces de poder recibir información del cuerpo humano. Sabemos que el cerebro dirige a través de impulsos eléctricos las funciones de órganos y sistemas; así, un equipo celular puede calcular tu frecuencia cardiaca y saber si estás seguro cuando, por ejemplo, te enfrentas a una situación de estrés o realizas tu actividad física favorita. La frecuencia cardiaca segura te la brinda el teléfono; además, en aquellos momentos de emergencia, en el supuesto caso de que el celular lea algo fuera de los rangos fisiológicos, un mensaje podrá ser enviado de inmediato a un familiar o al médico de cabecera del paciente.

Hemos oído sobre casos de personas que fallecen después de ingerir algún tipo de alimento alergénico, como los mariscos o enlatados, secundario a un shock anafiláctico. El celular puede ser de gran ayuda, ya que por lo general puede indicarnos la dosis de epinefrina que se le debe inyectar en el brazo a la persona, en este caso dependiendo de su peso y sexo, algo difícil de saber por cualquiera que se encuentre cerca de la emergencia, y ese dato puede salvar una vida. Los programas de entrenamiento monitorizados por el teléfono celular nos sirven como entrenador continuo para poder cumplir metas trazadas, como bajar de peso por ejemplo, y además llevar un conteo alimenticio correcto para así lograr nuestros objetivos.

Las visitas y análisis de sangre también son agendados por el teléfono para realizar nuestro monitoreo de prevención en forma correcta. Esperemos que más adelante, como ya se está viendo inclusive, podamos tener programas para poder dirigir nuestra medicación, siempre y cuando sea algún síntoma fácil para no caer en la automedicación sin una guía en casos especiales. Recordemos que el diagnóstico clínico de un médico es irreemplazable. Espero sus comentarios en doctor@drjeanpaulosores.com.