Crisis ha frenado la migración. (USI)
Crisis ha frenado la migración. (USI)

Hace dos días estuve en EPIC, en Dublín, un interesante museo dedicado a la emigración irlandesa. Estaba con la familia de mi esposa, pues el abuelo de Roberto O’Neill, mi suegro, es de origen irlandés y quería conocer el país de sus ancestros.

EPIC existe porque Irlanda ha sido históricamente un exportador de personas. Supera con creces al Perú del primer gobierno de Alan García. Solo en Estados Unidos existen 40 millones de descendientes de irlandeses. Y hay otro tanto en otros países como Canadá, Australia, Reino Unido, Argentina y, como lo demuestra mi suegro, Perú. Sorprendente para un país de apenas 4.5 millones de habitantes.

¿Por qué fue así? Porque la gente busca oportunidades. La miseria y el atraso de los países nos llevan a buscar algo mejor. No es un secreto que los migrantes se muevan de países atrasados o sin libertad hacia países con mayor desarrollo y libertad.

La mayor ola migratoria irlandesa se desató entre 1845 y 1849 durante la Gran Hambruna. Una plaga destruyó las cosechas de papa, casi el único alimento de los irlandeses. Murieron más de un millón de personas. La muerte y la migración explican la reducción de la población de más de 8 millones a 4.5 millones.

Guerras, persecuciones religiosas, políticas económicas proteccionistas y hasta movimientos terroristas contribuyeron a la tendencia escapista de los irlandeses.

Y es que no es un secreto. Cuando la gente no está contenta con su país, vota, no electoralmente en las ánforas, sino con los pies: se mueve hacia otro lado.

Pero las cosas cambiaron en Irlanda. A comienzos de los 90, emprendió una serie de reformas económicas, principalmente vinculadas a libertad económica y atracción de inversiones. ¿El resultado? Se convirtió en el país de mayor crecimiento económico de Europa. Se le llama el Tigre Celta. Hoy es uno de los países más ricos del mundo si lo medimos en Producto Bruto per cápita.

Irlanda figura en los últimos años en el séptimo lugar del índice de los países con mayor desarrollo humano de las Naciones Unidas y ocupa los primeros puestos en materia de libertad económica y política.

Y, por tanto, no sorprenda que un conjunto de empresas transnacionales (como Google) y ciudadanos de fuera de Irlanda “voten con sus pies” y decidan moverse a ese país, que ha dejado de ser un país de emigración para convertirse en uno de inmigración (cerca del 10% de su población es extranjera).

Perú tomó la misma ruta también en los 90, pero se quedó a la mitad. Irlanda es un país pequeño, con muchos menos recursos naturales, pero que nos ha dejado claramente atrás. Hicimos las mismas reformas al mismo tiempo. Perú (que ha mejorado) tiene un PBI per cápita de US$6,000. El de Irlanda es de US$69,375, es decir, 11 veces mayor.