Ex diputado recuerda que, en 1992, el líder aprista se valió del golpe de Fujimori para alegar persecución política y pedir asilo. (Perú21)
Ex diputado recuerda que, en 1992, el líder aprista se valió del golpe de Fujimori para alegar persecución política y pedir asilo. (Perú21)

El domingo, Perú21 publicó una entrevista a Enrique Ghersi en la que el abogado opina en contra de algunas de las reformas políticas que han sido priorizadas por el Ejecutivo. Ghersi es un liberal clásico bastante lúcido que destaca en el páramo intelectual en el que se suele encontrar ese sector local, pero en esta oportunidad diera la impresión de que su propuesta para cambiar todo es que dejemos que todo siga igual. En particular, me ha llamado la atención su argumento en contra de las elecciones internas abiertas.

Ghersi señala que, si cualquiera puede votar en la elección interna de un partido, existe el riesgo de que los militantes de otro partido se entrometan en la selección. Afirma que equivale a abrir las puertas para un boicot a la democracia. Este, sin embargo, es un temor sin ningún fundamento.

Martín Tanaka, uno de los gestores de esta propuesta, explicó que la reforma plantea una elección interna abierta, simultánea y obligatoria. Es algo muy parecido a lo que ocurre con la actual elección de congresistas en primera vuelta en la que afiliados y no afiliados votan para definir qué candidatos de un partido entran al Congreso. La reforma guarda la misma lógica: todos iríamos un domingo al local asignado a votar en las internas de todos los partidos. Para las elecciones de 2016, el Frente Amplio implementó internas abiertas y les funcionó. También existen experiencias internacionales exitosas.

Así se logra mayor legitimidad en la selección de candidatos y se puede eliminar el voto preferencial. Como escribe Tanaka, luego, cuando se elija al Congreso, “la campaña se centra en las propuestas legislativas de una lista cerrada y no como ahora que es un caos personalista, que luego atenta contra la cohesión de las bancadas”. No hay que tenerle tanto miedo al cambio.