(Foto: Presidencia)
(Foto: Presidencia)

Un nuevo gabinete ha juramentado y, faltando ocho meses para elegir a un nuevo presidente, se hace necesario en primer lugar garantizar la continuidad democrática. Para eso es indispensable que desde todas las fuerzas políticas tengamos clara la visión de un país que camina sólido sobre sus instituciones.

Debemos cumplir un bicentenario afirmando los valores republicanos, respetando las diferencias. Sin embargo, debemos reconocer que este Perú del siglo XXI nos presenta una cruel realidad; estamos frente a un Perú desigual, injusto, enfermo, violento con las mujeres, agresivo con los niños y las niñas, un Perú en el que los jóvenes son estafados en las universidades.

Necesitamos que el Pacto Perú se abra no solo a los partidos con representación parlamentaria. Este Pacto debe incluir a todas las fuerzas políticas progresistas y demócratas. Evidentemente también deben participar las organizaciones sociales y hacer de la persona el centro de todo debate, porque es la vida humana la que está en juego en el actual contexto de la pandemia.

La institucionalidad democrática debe pensarse colectivamente. Nuestro país debe superar el trauma de los caudillos, ese trauma que nos conduce inexorablemente al autoritarismo, todos somos importantes, pero nadie es indispensable. No existe un salvador; bien lo señaló Salvador del Solar, hagamos política desde la institucionalidad.

El nuevo gabinete tiene una gran responsabilidad, y no hay espacio para los errores, no hay perdón en la falta de ejecución, no se puede dejar de gastar ni un centavo, y se debe gastar con transparencia y honradez.

A las siete mujeres y doce hombres (debió ser un gabinete paritario) les deseamos éxito por el bien de nuestro Perú.