Mario Testino era el fotógrafo predilecto de la familia real. (Getty Images)
Mario Testino era el fotógrafo predilecto de la familia real. (Getty Images)

Mientras los destapes de acoso sexual continúan en el mundo, teniendo como primer “ídolo” peruano caído al fotógrafo Mario Testino, surgen voces que señalan que movimientos como #MeToo o la iniciativa #TimesUp son cacerías de brujas, organizadas por feministas exageradas y puritanas que no toleran ni un besito robado.

Si reduces a eso el problema, seguramente eres parte de él. No se trata de puritanismo ni de separar a los hombres de su obra. Se trata de exponer una realidad que ya no cabía dejado de la alfombra. Desde que el mundo es mundo, hombres que se sienten en una posición de poder abusan de él para someter a personas que consideran inferiores y satisfacerse. Lo hacen porque pueden, porque durante mucho tiempo se calló por miedo y los testigos de estos actos decidieron mirar a otro lado para obtener beneficios o mantener privilegios.

Criticar y exponer conductas inapropiadas, así como contenidos que promueven este tipo de acercamientos abusivos, está permitiendo, de a pocos, entender que no son normales y que nadie tiene por qué tolerarlos si no quiere.