Sunat
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Estamos fritos, la situación fiscal puede ser peor. Me explico: la recaudación tributaria es el sueldo del Perú, de eso vivimos como Estado, con eso se pagan los servicios públicos. ¿Qué pasa cuando el sueldo no alcanza? Sin aumento, no queda otra que estirar el sueldo hasta fin de mes. Reducir gastos. Pero si no, hacemos tonterías, se pide fiado, se consume con tarjeta. Ya veremos luego cómo pedimos prestado para pagar a otros. Así empezó la hiperinflación en los ochenta.

Hace 25 años nos disciplinamos para gastar solo lo que se recauda por impuestos, aunque las necesidades fuesen urgentes e infinitas. Hasta que Humala, viendo que la recaudación crecía, elevó el gasto para más programas sociales. Sin embargo, esa mayor recaudación se debía a la subida del precio de los minerales. Cuando cayó el precio, cayó también la recaudación. Pero el gasto se mantuvo porque políticamente no se podía reducir. Apareció el déficit fiscal.

A PPK se le advirtió ese riesgo en todos los tonos. Se asumió que, combinando incremento de recaudación con reducción del gasto, el déficit se eliminaría en 2021. ¡Cinco años para recuperarnos! ¿Qué se hizo? Nada. ¿Recuerdan que hasta se proponía bajar el IGV? Luego la esperanza fue luchar contra la informalidad, la elusión tributaria y la corrupción. Pero no ha sido eficiente. Y el déficit crece y crece.

Ahora, el Gobierno tiene facultades legislativas, pero no podrá incrementar impuestos. Solo podrá mejorar la legislación. Bien bonito para entrar a la OCDE, pero no sirve para lo importante: ni se ha reducido el gasto ni se ha aumentado la recaudación. A nadie le gusta hacer eso. Pero alguien debe hacerlo. Se requiere coraje. Se pierde elecciones, pero se gana país.

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