Poder Judicial se manifiesta luego del polémico fallo del tribunal superior de la Corte de Lima. (Perú21)
Poder Judicial se manifiesta luego del polémico fallo del tribunal superior de la Corte de Lima. (Perú21)

Todos estamos orgullosos de nuestra selección. Ha regresado a las grandes ligas bajo el liderazgo de nuestro querido capitán, Paolo Guerrero; todos estamos orgullosos de nuestra gastronomía, de los éxitos de los cocineros peruanos en el mundo entero. Todos estamos preocupados y temerosos por nuestra seguridad, por la cantidad de atracos y asesinatos que aumentan en nuestras ciudades cada día.

Los tres son temas transversales para nuestra sociedad. Los tres nos importan, nos involucran y nos convocan a todos.

Como celebramos los éxitos de nuestros guerreros, indignémonos y protestemos contra los jueces y los fiscales que insisten en ponernos a merced de la delincuencia más avezada.

El último miércoles 30 de mayo, la Sala Penal de Apelaciones del Poder Judicial tomó la inexplicable decisión de poner en libertad a 11 integrantes de una banda de criminales que había sido detenida por la Policía en octubre de 2016. El argumento fue exceso de carcelería, se había vencido el plazo de su prisión preventiva; pero ,¿puede un grupo de magistrados paporretear la ley sin tener en cuenta el bien común, la seguridad de los ciudadanos?

Aunque suene, Los Norteños y Guarayos no son una banda cumbiambera. Son, al contrario, una sarta de delincuentes de la peor especie, identificados como los autores de robo agravado, tráfico y tenencia ilegal de armas, extorsión, sicariato, secuestro, asesinato y asociación ilícita para delinquir.

Para capturarlos, la Policía tuvo que tomar acción en ocho regiones del país. En los días previos a su captura, Los Norteños y Guarayos habían asaltado una camioneta de Prosegur en Santa María de Nieva, en Amazonas, donde asesinaron a un vigilante; habían robado un cajero automático del Banco de la Nación en Chiclayo, donde mataron a un agente policial; y habían secuestrado y asesinado a un comerciante en Puerto Maldonado.

Para realizar el operativo y capturar a los 32 integrantes de la gavilla, la Policía tuvo que actuar al mismo tiempo en Ayacucho, Amazonas, Lambayeque, La Libertad, Lima, Puno y Madre de Dios. Entre sus integrantes encontraron tres policías en actividad, uno en retiro y dos abogados.

Ahora, buena parte de esta horda que asaltaba y mataba de manera itinerante está libre. Es evidente que algo no funciona en nuestro sistema judicial, que existen graves resquicios en sus normativas que son aprovechadas por los enemigos de la sociedad; y a ello se suma el cinismo de ciertas autoridades.

Impotentes, los ciudadanos somos testigos de tropelías disfrazadas de interpretaciones legales. Necesitamos líderes capaces de decir basta.
Los derechos de los delincuentes no pueden ser mayores que los de sus víctimas.

La movilización ciudadana que convocó la terrible muerte de Eyvi Ágreda debiera repetirse cada vez que el Poder Judicial se lave las manos y exponga a los peruanos.