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Hace unos meses comentaba, en esta columna, la edición argentina de En la mitad del camino recorrido, único libro de María Emilia Cornejo (1949-1972) publicado póstumamente. A pocos meses de cumplirse 70 años de su nacimiento, llega a nosotros un ensayo sobre su vida y obra que incluye, además, sus poemas publicados y otros textos inéditos.

En su ensayo, el periodista Pedro Casusol ofrece apuntes de la biografía de María Emilia Cornejo (MEC), que alterna con una reseña de la polémica suscitada sobre la intervención de tres de sus poemas más conocidos: “Soy la muchacha mala de la historia”, “Tímida y avergonzada” y “Como tú lo estableciste”. Incluso, estos títulos fueron acuñados por sus interventores, los poetas José Rosas Ribeyro y Elqui Burgos.

Los lectores accedemos al recuento de la polémica que se inició en 2007 a través de la revelación del primero de ellos, quien señaló que le dieron un nuevo orden a los versos originales. Con el testimonio de Rosas y otras voces se procura zanjar los cuestionamientos a la autoría de estos célebres poemas.

A caballo entre el perfil biográfico y el análisis literario, el mérito de este libro es el de desentrañar el mito de MEC. Nos muestra los rasgos de su personalidad y se da cuenta de la razón medular que la llevó a la depresión y que derivaría en su suicidio. Un momento cumbre es el encuentro con el exesposo de ella, cuyo desenlace posterior le confiere un matiz dramático a esta indagación.

Casusol nos muestra la forma original de dos de los poemas intervenidos, así como los textos plasmados en un cuaderno, que hasta 2015 estuvo en manos de una amiga de la poeta. De los 33 poemas que aparecen en su libro póstumo, 19 fueron escritos a mano en el llamado “cuaderno francés”.

Otro aspecto de valía del ensayo es el mostrarnos los poemas de la primera etapa de MEC, cuya impronta social era desconocida. Sin duda, sus versos impregnados de una inusitada liberalidad sexual y aquellos de profunda tristeza y melancolía la han convertido en una autora que se lee con frescura después de más de 40 años de su muerte. Pese a unas pequeñas erratas en un par de nombres, este ensayo es recomendable.