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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Fritz Du Bois,La opinión del directorNo hay peor ciego que el que no quiere ver y si alguien cree que la galopante inseguridad desaparecerá, simplemente negando que está, parecería un caso siquiátrico.

En realidad, son increíbles las declaraciones del primer ministro, culpando a los medios de comunicación por 'exaltar' las noticias sobre la impunidad con la que los criminales vienen actuando. Es absurdo intentar negar lo que viene pasando y, más bien, su obligación es la de informar al país cómo esperan poder solucionarlo. Al final de cuentas, la situación ha empeorado debido a la incapacidad del Gobierno –que él está jefaturando– de cumplir con su función y proteger adecuadamente a los ciudadanos.

Más aún luego de 19 meses a cargo del Estado ya no pueden seguir escudándose en la excusa que el problema lo han heredado. Incluso seguridad ciudadana era el único tema durante la campaña electoral en el cual el electorado consideraba que el entonces candidato Ollanta Humala podía hacer algo.

Sin embargo, luego de presidir un par de reuniones protocolares del Consejo de Seguridad Ciudadana, Humala no ha hecho absolutamente nada. No hay duda que en este asunto el mandatario ha decepcionado, hasta se podría decir que es su más grande fracaso.

Por otro lado, el premier viene demostrando una actitud extraña que nos está preocupando. Así tenemos que se reunió con Gregorio Santos y, como en el tema de la inseguridad, también evadió la realidad. Por eso, el espinoso asunto de Conga no fue tratado, en lugar de asumir su responsabilidad y haberle llamado la atención por el grave daño que está causando.

Como resultado de esa equivocación, el mensaje de impunidad que este gobierno le dio a Santos lo ha alentado a seguir ahuyentando la inversión. Por lo que hoy esta también liderando el ataque a otro importante proyecto minero, en este caso Cañariaco. Sin duda, es una brillante gestión la que el primer ministro viene realizando.