Foto: Mario Zapata.
Foto: Mario Zapata.

Redacción PERÚ21

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Autor: Patricia Quispe V.pquispe@peru21.com

El 20 de marzo próximo concluye el plazo otorgado a la comisión parlamentaria que investiga a la red dirigida por Rodolfo Orellana. Su presidente, Vicente Zeballos, sostiene que el proceso indagatorio se encuentra avanzado en un 50%, anticipa que pedirá al Pleno del Congreso una ampliación de 120 días y asegura que "todo el trabajo no debe pasar del mes de julio".

¿Qué información maneja su comisión sobre la relación entre Rodolfo Orellana y el ex presidente de Alianza Lima Guillermo Alarcón?A Guillermo Alarcón ya veníamos investigándolo por una intermediación de orden legal con el abogado de Orellana, quien intervino a su favor en dos casos; uno de ellos era Oncoserv. Pablo Iglesias, que era del entorno inmediato a la red Orellana, aparece extrañamente como árbitro en un contencioso arbitral entre el Gobierno Regional de Arequipa y Oncoserv…

¿De qué año data la relación?Desde que Alarcón era presidente de Alianza Lima; no es nueva, son cuatro o cinco años.

Aparte de este nexo, ¿hay indicios de vínculos entre Orellana y otros dirigentes deportivos?No, solo hemos tenido la denuncia contra Guillermo Alarcón, a quien se le vincula por una especie de favores de intermediación legal. Hemos tenido el testimonio de hasta dos directivos que han detallado justamente esta intermediación.

¿Qué información tienen del hallazgo de unos US$3 millones en joyas y S/.2 millones en la caja fuerte de un banco?Una de las metodologías que tenía Orellana era buscar la intermediación de testaferros. Nosotros todavía no tenemos una evidencia notoria del involucramiento directo de Alarcón en el caso Oncoserv.

¿Alarcón era testaferro?Justamente a eso voy. Estos fondos resultan considerables en el entendible de que no los van a poner en una cuenta corriente con fondos lícitos. O bien los tienen en el extranjero o en una cuenta cerrada como justamente fue en el Banco de Crédito. Los ejes temáticos en los que focalizamos el trabajo son las cartas-fianza, las inscripciones inmobiliarias irregulares, por no decir despojos, y la intermediación legal –y ahí Orellana tenía un equipo que superaba la centena de abogados–. Justo en esta última actividad se mezclan el interés de Guillermo Alarcón y la estrategia de Orellana.

A la fecha la red incluye a ciudadanos comunes, políticos, abogados, dirigentes deportivos. ¿Qué otros sectores estarían involucrados?Empresarios de nivel medio para abajo. Grupos empresariales o corporaciones no hemos podido identificar en la investigación. Es más, Orellana era muy selectivo. Obviamente, participaba en aquellos casos donde los interesados se encontraban en un estado de indefensión, donde no podían reaccionar, para liberarlos de una deuda en remate con entidades financieras, pero también hubo casos en los que no solo los liberaba de la deuda, también se quedaba con la propiedad…

Y ahí se enmarca el caso de la Fundación Por los Niños del Perú…Ese inmueble ya fue devuelto, pero en buena hora toca el tema porque hasta ahora hablamos de personas privadas, pero vamos al escenario público y ahí encontramos al Ministerio de Salud, las municipalidades de Miraflores, San Borja y La Victoria. Eso es más delicado, porque sabemos que Orellana acudía a procesos sin posibilidad de defensa alguna, y hay entidades públicas, que hemos identificado, donde había una contraparte que no cumplía con sus funciones, y había una clara predisposición de entregar los bienes. Por eso decimos que la red Orellana construyó una estructura organizacional que penetró casi todas las esferas del Estado.

¿A cuánto asciende el monto manejado por la red?Hasta hace un mes y medio hemos cuantificado unos 500 millones de soles que usufructuó la red Orellana, y los afectados son particulares y el Estado.

¿A estas alturas sigue funcionando la red?Creo que hay todavía síntomas de que sí. Muchos (de sus integrantes) están con mandato de detención preventiva, pero no han sido capturados. Sobre otros se ha pedido lo mismo, pero el juzgado no lo ha dispuesto aún. La reciente denuncia de que unos árbitros dispusieron el pago definitivo de S/.44 millones a favor de Oncoserv es una evidencia, y la pérdida de siete muestras de lo incautado, en julio del año pasado, y que estaban bajo la custodia del Ministerio Público, también podría ser una evidencia adicional de que la red aún se mantiene vigente.

¿Todavía hay gente de esta mafia en la sombra?Exactamente. Conforme evolucionan las investigaciones van surgiendo nuevos actores que no son secundarios, son actores principales.

¿Se siente respaldado en su trabajo de investigación?Ponemos el mejor esfuerzo para que esto avance, pero a veces el factor tiempo o circunstancias en paralelo no lo permiten con la celeridad que quisiéramos. Hemos advertido grandes debilidades en el marco normativo. Lo confesó el propio Orellana y me pareció irónico que lo diga: "Yo no he hecho nada malo, simplemente hice lo que el sistema legal me permitía". Eso lo dice el principal inculpado y lo he corroborado en la investigación.

AUTOFICHA

- "Fui alcalde de Moquegua. Es mi primera vez como parlamentario y mi labor me ha permitido visualizar mi país desde una perspectiva diferente. Es un aprendizaje cotidiano, permanente y muy dinámico. Creo que todavía hay mucho que hacer por el Perú".

- "No soy militante de Solidaridad Nacional y estoy ahí en esa condición, pero soy muy respetuoso de los acuerdos. La bancada y el partido, en muchos momentos, han sabido respetar mi criterio de conciencia en votaciones críticas".

- "Soy abogado y catedrático en la Universidad Privada de Tacna. ¿Si postularé a la reelección por Solidaridad Nacional? El mejor aliado de las mejores respuestas es el tiempo, y creo que todavía hay mucho tiempo. Falta todavía un año y medio para tomar la mejor decisión".