Esta última y fría semana otoñal nos sigue mostrando al mar peruano algo más frío que lo habitual. Subsisten los rezagos del finalizado episodio de La Niña en él. El resultado práctico en la principal pesquería nacional: la anchoveta; es sencillamente estimulante.

A la fecha ya se llevan desembarcadas más de 2.7 millones de toneladas de las más de 3.3 millones de la cuota asignada para las costas centro y norte. Hay mucha certidumbre respecto a completar dicha cuota antes de que finalice el plazo de desembarque hacia el 31 de julio. A ello hay que sumar lo desembarcado en el verano y lo faenado en la costa sur.

Ello da un total nacional proyectado a fin de junio por encima de 4 millones de toneladas. Una cifra que solo hemos alcanzado dos veces en la última década al finalizar los años 2011 (7 millones) y 2013 (4.7 millones).

Así las cosas; como suele ser el caso después de un episodio costero de La Niña, la pesca de anchoveta se muestra auspiciosa. Pensar en 6 millones antes del 31 de diciembre, cuando se esté con la segunda temporada, es algo que está al alcance y esperamos suceda.

El impacto económico de esta importante captura se vive en todos los puertos de la costa y en nuestro PBI.

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