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Redacción PERÚ21

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

Cierto es que el Perú cambió radicalmente el 5/4; empero, sin duda, mucho menos de lo que cambiamos el 3/10, esa otra ruptura constitucional sobre la cual los anti-fujimoristas no suelen opinar mucho. Me refiero, aunque sus lloronas se abrumen, al golpe del general Velasco perpetrado el 3 de Octubre de 1968 (el fatídico 3/10).

Los anti-fujimoristas suelen bramar por el quiebre constitucional de 1992, quiebre que duró efectivamente casi 1 año, empero se olvidan del quiebre constitucional de 1968 y que duró ¡12 años! Se quejan de la captura de la mayoría de los medios, cuando la dictadura velasquista confiscó ¡todos los medios! Se quejan de la corrupción fujimorista mientras niegan las masivas expropiaciones y confiscaciones de tierras, fábricas, viviendas familiares y prohibiciones que llevaron a cabo los militares.

Las lloronas del velascato suelen consentir "su" golpe bajo la excusa de la homogenización de la sociedad; en una curiosa interpretación, sostienen que sin Velasco el Perú de hoy no sería tan integrado e inclusivo. Lo cual es, sencillamente, una burda mentira. Nada desintegró más al Perú que esa dictadura, que significó, en el corto plazo, el descalabro de la estructura económica, el encarecimiento del costo de vida y el aumento sostenido de la pobreza, así como la limitación absoluta de todo tipo de libertades. Como nada lo ha integrado más que el modelo de mercado que hoy vivimos.

Sería bueno que quienes critican tanto la dictadura fujimorista del 5/4 se acuerden, cada 3/10, de esa otra fatídica ruptura constitucional. Al menos sonarían más consecuentes.