Gobierno y sentido común

Se necesita mucho sentido común y claridad de pensamiento para gobernar exitosamente un país. Por sentido común nos referimos a la capacidad de identificar, priorizar y resolver los problemas con eficiencia.

Michael Porter, es uno de los más brillantes economistas de nuestra era y quizá quien mejor explica los mecanismos que tiene el modelo de libre mercado para alcanzar una sociedad desarrollada y equitativa.

En el año 2011, Porter, gracias al auspicio del Grupo Intercorp, estudió el modelo económico peruano vigente desde 1992.

El crecimiento y la reducción de la pobreza era sorprendente pero insuficiente y vulnerable. Consolidar una sociedad más desarrollada y justa requería acciones y reformas con sentido de urgencia e importancia.

Propuestas concretas se compartieron con buena parte de los líderes empresariales y político-sociales del País. Las recibió Humala al inicio de su gobierno y PPK parecía saberlo.

Debía mejorarse profundamente la competitividad del país. Volver eficiente el aparato estatal, simplificando la burocracia. Invertir en infraestructura para fomentar cadenas de valor en sectores productivos. Luchar contra la corrupción, reforzando los mecanismos de control y transparencia. Reformar el aparato de justicia, fomentando el estado de derecho y el imperio de la ley. Flexibilizar el mercado laboral formalizándolo. Fomentar el emprendimiento y la inversión privada. Hoy, seguimos igual.

A cambio se priorizó el enfrentamiento político y las “reformas culturales” dictadas por la moda, las ONG y las apariencias, no por las necesidades y urgencias nacionales.

No culpen al sistema, no culpen a la noche. Es el populismo y la falta de sentido común de nuestros gobernantes.