Salvador Heresi resaltó como positiva la discrepancia y el voto de consciencia dentro de la bancada Peruanos por el Kambio. (Foto: USI)
Salvador Heresi resaltó como positiva la discrepancia y el voto de consciencia dentro de la bancada Peruanos por el Kambio. (Foto: USI)

La renuncia de Salvador Heresi a la bancada de PpK golpea más fuerte al grupo parlamentario porque se produce apenas unos días después de la despedida de Guido Lombardi.

Hace poco, el presidente del Consejo de Ministros admitía que este es un gobierno sin partido ni bancada. Los recientes acontecimientos parecen darle la razón.

Con la popularidad del presidente Vizcarra en alto, es posible que el oficialismo esté ahora mismo pensando que esto no tendrá mayores consecuencias. Sobre todo si tomamos en cuenta la crisis que a su vez enfrenta Fuerza Popular. Pero no olvidemos que uno de los principales aprietos que enfrentó el Ejecutivo desde el inicio de esta gestión fue precisamente su falta de capacidad para articular una voz parlamentaria capaz de tender puentes y/o ofrecer condiciones mínimas de gobernabilidad a un proyecto que la oposición política se propuso boicotear.

Mientras el presidente Vizcarra insiste –cada vez que puede– en que su legado político será la lucha frontal contra la corrupción, todavía no terminamos de entender el voto de Mercedes Aráoz para excluir a Alan García de las responsabilidades encontradas por la comisión Lava Jato. Este parecería haber sido el detonante para el alejamiento de Lombardi, pero anoche, en Cuarto poder, el parlamentario se refirió también a una “falta de unidad de criterios y posiciones coherentes”.

El adiós de Heresi aparentemente obedece a rencillas anteriores, pero ¿qué opinan Vizcarra o Villanueva de lo sucedido en el Congreso esta semana? ¿De las declaraciones de la vicepresidenta respecto a la falta de pruebas contra García? ¿Del relajo y falta de cohesión que acusa Lombardi en PPK? ¿De los cuestionamientos a la conducción del bloque parlamentario? La bancada de gobierno hace agua, pero Palacio no sabe ni opina.