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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Hace unos días se supo del robo de S/.1 millón a beneficiarios de los programas Juntos y Pensión 65, en la agencia del Banco de la Nación (BN) de Cajamarca, en los últimos dos años. Esta noticia pone en duda la efectividad de los programas sociales (PS). Y es que un PS exitoso requiere al menos tres elementos claves: focalización idónea, efectividad y oportunidad en la transferencia monetaria, y seguimiento adecuado para verificar el logro de los objetivos. Este robo, tipo hormiga, demuestra que, en estos PS, el sistema de control para la transferencia monetaria es ineficiente y que la gestión del riesgo de fraude es limitada. Pues, queda la duda de si este es un hecho aislado o podría estar ocurriendo en los PS de otras regiones. Sin embargo, hay tres hechos sobre los que, creo, urge que se tomen medidas inmediatas.

El primero es que, según las declaraciones de los funcionarios del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis), "los beneficiarios no van a ser perjudicados por el robo", lo que supondría que, a la fecha, las personas afectadas (desde julio del 2014) aún no habrían recibido los 200 soles que les corresponde (por el número de veces en que fueron robadas).

El segundo está relacionado con el uso del canal, el BN, para el pago. Este es un medio para promover la inclusión financiera y lo ocurrido reafirma la relevancia de acompañar el sistema de gestión de riesgo operativo del banco con acciones eficientes y oportunas de educación financiera en los beneficiarios.

El tercero es la capacidad de respuesta del gobierno como gestor de los PS. El ministro de Economía señaló que "este tema se sabía desde hace meses" y, por ello, creo importante que sean de conocimiento público las acciones realizadas por el Midis para evitar que este desvío de fondos vuelva a ocurrir. Una mala ejecución de un PS es dinero público mal usado y la responsabilidad no solo es de los delincuentes, sino también de la lentitud en la toma de acciones correctivas.