(Foto: Liga 1)
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¿Se jugó la fecha 13, 12 u 11?, es casi un “Sudoku”, pero qué más da. Así es el campeonato peruano de la Liga 1, con equipos impares que juegan un torneo lleno de inconvenientes: walkovers, quita de puntos a equipos que no pagan, reprogramaciones, partidos para sancocharse -no jugarse- a la una de la tarde con 35 grados de temperatura, malos arbitrajes y sigue la lista...

Ante todos estos pergaminos de la Liga 1, avalada por la FPF y la venia de los propios clubes, Universitario es el nuevo líder en una tabla mentirosa. Detrás viene Alianza Lima a un solo punto, pero con dos partidos menos y las posibilidades intactas para sobrepasarlo y encaminarse al título del Apertura.

Los blanquiazules ganan y gustan, tienen buen equipo y buenos suplentes, además de un técnico de la casa que viene destacando sin subirse a las nubes. Manejar tantos egos no es fácil y menos en un camarín tradicionalmente complicado. No está demás decir que, ante las pocas oportunidades y paciencia hacia el profesional peruano, Alejandro “Chicho” Salas es no solo el único técnico nacional entre los equipos de Lima, sino que, hasta la fecha, se revela como el mejor.

Hablando de técnicos con muy buenos resultados, también está Jorge Fossati, quien le cambió la cara al elenco crema y que hasta parece que todo lo que toca se convierte en oro; pues bien, el uruguayo debería corregir a su goleador Valera, que no solo anota, sino que solito se bota: hace dos fechas pisotón a un jugador de Municipal, roja y expulsión; después -y frente a las cámaras de TV-, fuerte insulto al árbitro y una sola fecha de castigo (la CONAR por poco lo felicita). Reaparece ante Sport Boys -sin la sanción adecuada-, para nuevamente ser expulsado por agredirse con un rival. Entonces, ¿Fossati o psicólogo? para ver si deja de ser su propio enemigo.

Mientras que, en tienda celeste, Tiago Nunes, ante la vista de todos, discute fuerte y feo con su jugador Yotún. Pelea que no deja bien parado al técnico ni al plantel, a quienes los hinchas les reclaman por su bajo nivel de juego. De otro lado, está Angel Comizzo, entrenador del “Muni”, quien luego de un merecido triunfo, casi implora frente a las cámaras para que sus directivos les paguen a sus jugadores. Y casi todo en la previa por el Día del Trabajo. ¿Da más para celebrar o llorar?

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