Gino Costa. (Mario Zapata/Perú21)
Gino Costa. (Mario Zapata/Perú21)

Redacción PERÚ21

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Apenas terminada la interpelación al ministro , el congresista nos concede esta entrevista en la que analiza los líos por los que atraviesa el Ejecutivo.

El presidente dijo en The Economist que si se plantea una moción de censura a Basombrío, planteará la cuestión de confianza para el gabinete.No creo que se presente ese escenario porque no hay ningún indicador de que se le quiere censurar. Como toda interpelación, ha sido dura. Ha tenido que aguantar estoicamente todo tipo de cuestionamientos, en algunos casos insultos.

¿Qué insultos escuchó?Se le ha dicho que seguramente él chuponeó a Thorne para quemarlo y salvarse él (risas).

¿Cree que Basombrío tuvo "la suerte" de ser interpelado en una fecha cercana a la crisis que afrontó Thorne, y gracias a eso se salvó de la censura?Era difícil que le dijeran a dos ministros que se fueran a su casa juntos. Pero creo que lo que lo salvó fueron sus respuestas y cómo aprovechó para dar cuenta que hay luz al final del túnel. Ha demostrado que está produciendo los primeros resultados y que va por el camino correcto.

¿Si las respuestas de Basombrío lo salvaron, entonces, bajo esa lógica, la presentación de Thorne fue mala?Bueno, el audio (con el contralor Alarcón) contenía dos o tres frases comprometedoras que llevaron a que la mayoría del Congreso considerara que había cometido un error político. Su error fue recibir a un contralor inescrupuloso que lo chuponeó, y quizás porque dijo un par de cosas que no debió decir.

¿Cuáles?Por ejemplo, que hablaba con él a pedido del presidente, pero si uno ve esas frases en el contexto de la conversación, no había ninguna razón para interpelarlo ni para quitarle la confianza.

¿Pero por qué Basombrío se salva por su intervención en el Congreso y Thorne no?Porque no había nada contra Basombrío, en cambio Thorne tuvo dos o tres frases…

¿Entonces sí cometió errores políticos?El error político fue recibir al contralor y hablar como uno habla en una conversación privada.

¿Está bien, entonces, que el Congreso le haya quitado la confianza? El Congreso es un fuero político.Yo no estoy de acuerdo.

¿Aun cuando reconoce que cometió errores políticos cree que no está bien que le hayan quitado la confianza?Sí, porque hay que ponderar las cosas. Estamos en una situación económica delicada. Tienes a un ministro con capacidad y trayectoria, que en el peor de los casos se fue de boca. ¿Vas a pedirle que se vaya a su casa en un momento tan delicado, donde hay un tremendo impacto de Lava Jato y de El Niño costero?

¿Qué pasará ahora entonces? ¿Se viene abajo la economía?La inestabilidad política siempre es perjudicial, y más si afecta a quien conduce la política económica. Yo espero que no afecte, pero es un riesgo demasiado grande que no ha sido ponderado por el Congreso, pero la decisión ya se tomó y hay que conseguir a un buen sucesor.

¿Es momento de que más parlamentarios oficialistas asuman ministerios?Yo creo que el gabinete requiere mayor capacidad política, y eso significa que, quizás, algunos congresistas podrían ayudar. Nuestro problema es que tenemos una bancada pequeña.

¿Qué actitudes, decisiones, le hacen creer que le falta un corte más político al gabinete?Creo que el presidente y el gabinete son muy fuertes desde el punto de vista profesional, técnico, de experiencia de gestión y en términos de integridad personal. Pero la mayoría de ellos no tienen una experiencia política y eso se traduce en un cierto déficit de manejo político. Creo que el gran desafío para el gobierno es reparar ese déficit.

¿Eso pasa por el premier?Pasa por la gestión gubernamental. Eso también incluye a la bancada y al partido. Tenemos que trabajar más sintonizados.

¿Y cuándo lo harán?Yo creo que hemos avanzado mucho. Hay progresos pero necesitamos seguir haciéndolo.

Usted dijo que el fujimorismo no midió con la misma vara a Thorne que al contralor Edgar Alarcón.A ningún ministro se le ha medido con la misma vara con la que se midió al contralor, ni a Jaime Saavedra, ni a Martín Vizcarra, ni a Alfredo Thorne, ni a Carlos Basombrío. Sin embargo, ahí está el contralor, lo han tratado con guantes de seda. Vamos a ver cuánto dura pero que les hubiera gustado que se quedara, yo creo que sí, porque sin haberlo elegido, les ha resultado funcional, se ha sometido a ellos.

¿O sea el contralor es un apéndice del fujimorismo?No diría que es un apéndice pero está dispuesto a bailar al ritmo de la música de Fuerza Popular. No es que les preocupe tanto la probidad pública sino, en fin…

¿Qué les preocupa entonces?Creo que cualquier pretexto es bueno para crearle dificultades al Gobierno. Ojalá que esa actitud cambie porque es muy peligrosa para la gobernabilidad del país y para la sobrevivencia de la democracia.

Autoficha:

  • "Soy abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), magíster y doctor en Relaciones Internacionales por la Universidad de Cambridge, fundador de la ONG especializada en seguridad ciudadana Ciudad Nuestra. Soy congresista de Peruanos Por el Kambio (PpK)".
  • "Thorne se fue a su casa no porque quiso sino porque el Congreso no le dio la confianza, y entonces la diferencia entre una figura y otra (censura) es la misma. El Ejecutivo no quiso congraciarse con el fujimorismo al presentar la cuestión de confianza".
  • "Nosotros somos los más interesados en hablar con todas las fuerzas políticas, especialmente con la fuerza mayoritaria del Congreso. Estamos abiertos a ese diálogo con el fujimorismo en cualquier momento y ojalá que se abra la posibilidad de ello en los próximos días o semanas".

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