Recursos. El presupuesto dado por el MEF equivale al 21% del PBI. (USI)
Recursos. El presupuesto dado por el MEF equivale al 21% del PBI. (USI)

En la conocida fábula se simboliza el acto perverso de destruir aquello que genera valor, siendo la codicia el motor de esta insania. Como en la fábula, los enemigos de la inversión privada pretenden “destripar” el sistema para succionar su valor y luego distribuirlo de mala forma, destruyendo así el mecanismo de generación de riqueza y de bienestar.

En este contexto, es sabida la actual desesperación del MEF por cerrar la brecha fiscal; sin embargo, es el aparato estatal el que ha crecido de manera irresponsable y con él, el gasto público con contrataciones masivas e innecesarias. Hoy, en el Estado se gasta más de lo que se recauda.

El exceso de personal de baja productividad ha saturado el sistema de trámites burocráticos que traban el aparato productivo y ahuyentan la inversión. Por otro lado, los servicios que brinda el Estado en seguridad, salud y educación muestran un estado de postración.

Con el déficit fiscal en más del 3% del PBI, el MEF apunta otra vez a la empresa privada y al sector inversionista para incrementar los impuestos de cualquier manera y compensar en el corto plazo lo que se gestó por un gasto ineficiente e irresponsable.

¡Basta de cobrarles más a los que siempre pagan, de incumplir acuerdos de estabilidad tributaria! Es tiempo de exigirle al Estado eficiencia y productividad. Es tiempo de entender que el Estado no es un hospicio de empleados improductivos. Es tiempo de enfrentar la raíz del problema y dejar que la empresa privada formal, nuestra gallina de los huevos de oro, siga generando.

TAGS RELACIONADOS