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Redacción PERÚ21

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Ricardo Lago,Uso de la palabraEconomista y Asesor Financiero

Esta semana el parlamento de la República Autónoma de Crimea votaba a favor de su anexión a Rusia; ocurría días después de que el Ejército ruso tomara el control de los puntos estratégicos del país, inmediatamente después de que los movimientos de protesta obligaran al presidente proruso de Ucrania, Viktor Yanukovych, a huir a Rusia.

El acontecimiento ha provocado una confrontación entre Rusia y los EEUU-Unión Europea similar –pero a mayor escala– a la ocurrida en 2008, cuando el Ejército ruso ocupó los territorios georgianos de Abkhazia y Osetia del Sur.

Simplificando, la población predominantemente ucraniana del oeste y del norte del país quiere integrarse en la Union Europea, mientras que la población prorusa del este y sur quiere seguir en la esfera de Rusia o integrarse en Rusia. Trabajé diez años con los países postsoviéticos y pude constatar el estrepitoso fracaso de Ucrania en la transición hacia la economía de mercado. Fue uno de los países más prósperos de la URSS, mientras que hoy, con una población que excede en 50% a la de Perú, su PBI es 13% menor.

No sorprende, por tanto, la falta de cohesión entre sus dos comunidades, que también tiene que ver con lo recientes que son sus fronteras actuales. Crimea fue transferida de Rusia a Ucrania en 1954 por el líder soviético Nikita Kruchov. La base de la flota rusa del Mar Negro está en Crimea. En tanto que el oeste ucraniano fue durante siglo y medio, hasta la Primera Guerra Mundial, la provincia de Galicia del imperio austro-húngaro y antes, durante bastantes siglos, parte de Polonia. Incluso Ucrania significa tierra fronteriza (viene de la palabra eslava krajina o frontera). Una buena parte de la comunidad judía del Perú proviene de la Galicia austrohúngara.

Desde que Putin llegó a la presidencia de Rusia, en 1999, no ha perdido ocasión para reivindicar la soberanía rusa en las repúblicas exsoviéticas. Entre éstas, Ucrania y Bielorusia tienen una especial carga emotiva para los rusos. Formaron parte del Rus de Kiev allá entre los siglos 8 y 13; y es precisamente en Kiev, la capital de Ucrania, donde se originan el nombre y la nacionalidad rusa.

Este conflicto es de muy difícil solución y durará. El daño en las relaciones entre Rusia y los países del G-7, y en la gobernanza internacional, es cuantioso. No acaba aquí, le seguirán otras reivindicaciones rusas similares.

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