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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Juan José Garrido,La opinión del directorDicen que "tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe". Algo así ha ocurrido con el tole-tole del modelo primario-exportador. Tantos males y perjuicios les han achacado a los sectores extractivos, en especial al sector minero, que al final se terminó hundiendo, y con él, buena parte del sostén económico del país.

Desde hace años nuestra izquierda carnívora, como la etiquetó Álvaro Vargas Llosa, machacaba con la descripción "primario-exportadora" de nuestra economía. Bajo dicho marbete se buscaba una reorientación de las políticas públicas hacia un incremento de los impuestos a dichos sectores y el cambio hacia una matriz industrial, lo que implica –casi por necesidad– regresar a un modelo de capitalismo de Estado.

El meme, aunque equivocado, caló y hoy es moneda común. No hay quien evada la necesidad de "diversificar" nuestra economía, sin reparar en la certeza de la hipótesis central: ¿es, en efecto, nuestra economía "primaria"? Y, si así fuese, ¿hacia dónde debemos apuntar?

Lo primero es la definición. En efecto, nuestras exportaciones tradicionales son mayores a las no-tradicionales, hoy en un ratio de 2.82. Esto es producto, según los creadores del meme, del modelo neoliberal que "reprimarizó" nuestra economía. Bueno, en 1980 –años del modelo autárquico y proteccionista– el ratio era 3.61. En otras palabras, las exportaciones primarias eran mucho más importantes que hoy. Nos hemos industrializado, si así desean verlo. Y seguimos haciéndolo, gracias a las fuerzas de la competencia, los mercados y el ánimo empresarial. No es, ni era, necesaria la guía del Estado.

El sector minero representa el 14% del PBI. Los sectores terciarios (servicios) suman más del 65% del producto total. No somos, en sentido estricto, primario-exportadores.

Lo cierto es que, al final –como detalla ADEX y la SNMPE–, el sector minero peruano ha sufrido en gran medida durante este gobierno. Varios proyectos paralizados, muchos con los requerimientos finalizados, han mermado al sector y con ellos los ingresos fiscales. ¿Y, ahora, quién será el culpable de los menores ingresos al fisco?