Flores... para Ricardo

Empiezo con un agradecimiento a Ricardo Gareca por su entrega, pero soy consciente de que nadie es imprescindible. El DT de nuestra selección (o ex DT) es un hombre libre y se tomará el tiempo que le sea necesario para decidir qué es lo mejor para él; y ese bienestar de Gareca, estoy convencida, es mucho más importante que el dinero que puedan ofrecerle. Es proyección, construcción y legado.

¿Por qué estoy tan segura? Un hombre con las características humanas de Ricardo, de 60 años, disciplinado, sólido espiritualmente, familiar, con un sentido de responsabilidad que lo marca, nos la ha puesto clarita. Sin un trabajo desde los semilleros, sin las herramientas y políticas institucionales de mediano y largo plazo, nada se va a lograr en el Perú. El barco que quiere capitanear no es una suma de individualidades, es un equipo completo.

Ricardo ha logrado que todos lo respetemos. Ese valor es muy grande, porque el respeto, ni se alquila, ni se compra, se gana. Aplicable a todos los ámbitos del país. Quisiera clonar Garecas en los niveles políticos porque lograríamos tener un piso parejo y sentido de futuro.

El Perú político, social, está repleto de universos individuales que buscan entornillarse y abusar del poder dentro de una realidad de fragilidad institucional. Los cívicos y los villanos han resurgido con mayor virulencia, a veces desde el anonimato o protegidos en bandos. Las redes sociales son los símiles de los diarios chicha, dirigidos entonces por mentes a imagen y semejanza de Vladimiro Montesinos.

En el siglo XXI, esas prácticas están extendidas por intereses ideológicos, de agenda, o simplemente para engordar billeteras y carteras. Frente a esta polarización destructiva, un sistema judicial frágil, un Congreso que se dispara a los pies y un Ejecutivo que intenta tender puentes, pero que evidencia, por momentos, debilidades preocupantes son muy peligrosos.

Para cerrar como empecé. Profe Gareca, decidas quedarte o irte, gracias totales. Te lo has ganado.