Fierro a fondo

Pese a la previsible chilla de los sospechosos de siempre, la homologación del acuerdo de colaboración eficaz con Odebrecht, sellada por el Poder Judicial, solo traerá beneficios y seguirá siendo una poderosa herramienta para dar caza a funcionarios, políticos y empresarios corruptos en nuestro país.

Si hasta hoy hemos visto lo productivos que han resultado los más de 50 procedimientos, entre personas naturales y empresas privadas, de delación premiada, la decisión del PJ permitirá que se amplíen las investigaciones en curso y se puedan iniciar y encauzar otras para llegar hasta el fondo de la trama de sobornos alrededor de la constructora brasileña.

En lo que el fiscal Rafael Vela llamó, acertadamente, un hito en el sistema de jurisprudencias para casos como el que lleva el equipo Lava Jato, la homologación le podrá dar acceso a información y documentación estratégica de la empresa, relacionada específicamente con los cuatro casos en los que ha reconocido haber cometido delitos de corrupción: Interoceánica Sur, Metro de Lima, Vía de Evitamiento del Cusco y Costa Verde tramo Callao.

Asimismo, el equipo especial de fiscales –en coordinación con la Procuraduría ad hoc– tendrá libertad para negociar reducción de penas, entre otros beneficios, a cambio de la entrega de información privilegiada, sin restricción alguna. Es de esperar que la misma suerte corra el acuerdo de colaboración eficaz con la empresa OAS, también comprometida en la investigación del equipo Lava Jato, y que, por ejemplo, tiene mucho por explicar respecto a sus negocios con dos exalcaldes de Lima.

El único rechazo audible a estos acuerdos, basados casi todos en la supuesta insuficiencia de la suma que, como reparación civil, tendrán que pagar las empresas, proviene de los partidos políticos con mayor número de líderes y personajes comprometidos: Fuerza Popular y el Apra. Bueno, de algo hay que agarrarse cuando se está con el agua al cuello, porque ahora los fiscales pasarán a modo turbo.