Así se desarrolla la denominada marcha 'MujeresxJusticia'. (Twitter/Ni una menos)
Así se desarrolla la denominada marcha 'MujeresxJusticia'. (Twitter/Ni una menos)

Los feminicidios no se detienen en nuestro país y lo más grave es que se están produciendo con más crueldad, uno tras otro, día tras día. Cerramos el año pasado con la escalofriante cifra de 149 casos. Y en lo que llevamos de 2019, ya teníamos registrados cinco casos en solo nueve días.

¿Qué hacemos para detener este flagelo? El planteamiento nos involucra a todos. No es una tarea que simplemente podemos delegar a otros. No basta la acción de un solo sector. Se requiere un cambio de cultura, crear una nueva ciudadanía y hacer un trabajo multidisciplinario en el que estén involucrados los sectores Educación, de la Mujer, Salud, Interior y la Policía, Ministerio Público y Poder Judicial, Defensoría del Pueblo, municipios y gobiernos regionales.

Ni bien empezó el 2019, nos enterábamos del asesinato de Clorinda Laura Bonifacio (49). Su ex esposo la mató a golpes en Tacna. Pasaron dos días y otro crimen conmovía al país. Lizbet Torres Recuay (22) fue asesinada de 15 puñaladas en un mercado de Junín. Tres días después, el 6 de enero, encontraron el cadáver de Magdalena Suaña Mamani (29) en Puno. La ultimaron con un objeto contundente. El 8 de enero, el cuerpo de Roxana Mendoza Torres (21) era hallado dentro de un costal en Ayacucho. Y hace tres días, Ingrid Melina Arizaga Bandín (37) recibió tres tiros de su conviviente, nada menos que un agente de seguridad del Ministerio de la Mujer.

Para quienes aún se resisten a aceptar la realidad de que en el Perú la sociedad es machista y de que los casos de violencia contra la mujer no son casos aislados, estos crímenes deben hacerlos recapacitar para que apoyen las políticas que tienen el objetivo de hacer visibles los abusos y delitos, así como erradicar las creencias y estereotipos que refuerzan el ver a las mujeres como propiedades, como objetos sin autonomía o capacidad de decisión, cuyas vidas toman de las maneras más violentas.

Debe haber un consenso en la tolerancia cero a la violencia de género y aquí nuestros políticos tienen un papel fundamental para desterrar el machismo.
Pero también tienen responsabilidad y un importante reto las instituciones privadas de diversos rubros, incluyendo a los medios de comunicación.

Saludamos por ello las campañas educativas que varias empresas llevan a cabo para tomar conciencia del machismo que llevamos incorporado y con el que actuamos a diario. Toma tiempo desarmar esa cultura, reflexionar al respecto y adquirir nuevas creencias y comportamientos que vayan en sentido contrario a la violencia. Empecemos todos ya.

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