Todos los años, los colegios hacemos una pausa para reconocer el incansable rol de cada uno de nuestros maestros. Son ellos la base de todo nuestro sistema educativo, público y privado y los llamados a formar a cada estudiante, a retarlos a ser cada día mejores, a motivarlos y generar en ellos más ganas de aprender.
Hoy es probablemente el Día del Maestro más especial que les haya tocado vivir en toda su carrera, distanciados de sus estudiantes y colegas; sin embargo, desde sus casas, siguen cumpliendo a cabalidad su rol sacando adelante la educación de nuestro país porque saben que la educación no puede parar.
Si hay un año en el que debemos celebrar doblemente su rol y reconocer su esfuerzo, es este 2020. Su vocación está más viva que nunca, pues a pesar de sobrellevar la difícil situación del confinamiento y de atención a sus familias, se han reconvertido en un corto tiempo en maestros digitales con un solo fin: no abandonar a sus alumnos y no solo eso, sino que están logrando motivar a sus estudiantes, manteniendo vivas las escuelas y las ganas de aprender de cada uno de sus alumnos.
Nos toca, como sociedad, reconocer y revalorar la carrera de nuestros maestros, su valor, entrega, profesionalismo. Y de una vez por todas debemos darles el lugar que merecen en nuestra sociedad.
Gracias por su compromiso, por las horas de trabajo frente y fuera de la pantalla, por sostener los aprendizajes de nuestros niños y jóvenes, por estar ahí para ellos y por construir el futuro de nuestro país.