Favor con favor se paga (2.0). (Foto: GEC)
Favor con favor se paga (2.0). (Foto: GEC)

Las leguleyadas de Telesup, vía Bagua, para dejar de cumplir con las condiciones mínimas de calidad educativa evidenciaron la forma de operar del conglomerado del exlegislador y financista solidario José Luna. Ahora, las investigaciones en marcha por pagos extraños de esta universidad a Luis Castañeda están dejando poco espacio a la duda sobre la relación de favores que ha existido entre el poder político y las universidades empresas. Pero esto no es nuevo. Los audios del caso Lava Juez ya habían advertido que esta dependencia simbiótica existía y que se extendía al sistema de justicia.

Lo comenté en esta columna el año pasado en pleno apogeo del caso Lava Juez (19/7/18). Recuerden que en uno de los audios, se escucha al consejero Noguera (a.k.a. Dr. Rock) pedirle al infame Walter Ríos firmar un convenio de prácticas preprofesionales entre la Corte del Callao y la Universidad Telesup, donde su esposa era decana de la Facultad de Derecho. Un día después, el convenio se dio. Recuerden, además, que el Dr. Rock llegó a ser consejero en representación de las universidades privadas y a propuesta de la Universidad Telesup. Las casualidades existen, dirán algunos.

Aprovechando, recuerden que en otro audio el rector de la UIGV, Luis Cervantes, presume de tener bajo su control a unos 15 congresistas, tres miembros del CNM y algunos jueces. “No estamos mal, pero podemos estar mejor”, afirmó. Ese es el rector que aparentemente gana más que el rector de Harvard, Princeton y MIT.

Ahora que vemos a los operadores de Telesup boicoteando la reforma universitaria mientras se encuentra sumergida en el caso Lava Jato, se hace latente la urgencia de respaldar el trabajo de la Sunedu que realmente está rompiendo un círculo vicioso que enriquece a pocos y engaña a muchos.