De fallos y fallas

Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

Sin duda, este es el principal punto a nuestro favor: ante una diferencia –más allá del tema central– optamos por acudir a los tribunales internacionales a someternos a las decisiones de un órgano que consideramos acertado. Dicha acción se inició en el anterior gobierno, y se mantuvo en el proceso al equipo original, lo cual demuestra madurez y consecuencia por parte del actual mandatario, el gobierno que preside y el país entero.

Desde el punto de vista institucional, ya logramos mucho. Siempre quedará este caso como un hecho emblemático y de orgullo nacional. La gran mayoría de los peruanos conocemos del caso, apoyamos las acciones de este gobierno respecto al mismo y esperamos con madurez el acatamiento del fallo, sea cual fuese.

En este sentido, algunos puntos por desarrollar a pocos días del veredicto final. El primero sería reclamar la despolitización del mismo. La población sabe quiénes aportaron en este caso y no dejarán en el olvido lo actuado. No politizar el caso sería un acto de entero respeto; lo contrario será visto como una forzada solicitud de reconocimiento, innecesaria como ya vimos.

Lo segundo es mantener la calma con la que seguimos este caso los últimos 6 años. Según sabemos, es virtualmente imposible la filtración del fallo; haríamos bien en desvirtuar los chismes y esperar con tranquilidad el mismo. No tenemos nada que perder, dicen algunos. En nuestra opinión, no es cierto: perderíamos lo logrado (el proceso en cuestión y sus beneficios) si comenzamos a actuar de manera atolondrada e infantil. No fallemos antes del fallo.