Alan García llamó a la concertación entre las fuerzas políticas. (Foto: USI)
Alan García llamó a la concertación entre las fuerzas políticas. (Foto: USI)

Ayer apareció, a través del Twitter, el líder del Partido Aprista, Alan García. En tres tuits, habló de golpe de Estado, de politización de la justicia y responsabilizó al presidente Vizcarra y al premier Villanueva de haber encarcelado a Keiko Fujimori.

En medio de la calma del feriado y con los políticos desconectados en su mayoría luego de días de mucha tensión, García se pronunció alineado con el controvertido fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, compartiendo el discurso de este, quien ha señalado que el fiscal Pérez tiene un interés político coordinado con el Gobierno que busca tapar la investigación del caso del aeropuerto de Chinchero.

La aparición de García en el escenario no es un hecho casual. Él no es un político más comentando la coyuntura. La bancada del Partido Aprista ha sido la principal aliada del fujimorismo desde que se instaló el actual Parlamento y, puesta en prisión preventiva la cabeza de Fuerza Popular, hay un espacio de liderazgo que el ex presidente se muestra presto a tomar.

Pero la oportunidad política no sería la única razón de tan desproporcionados comentarios. Como lo reportamos el miércoles, en el informe de la comisión Lava Jato, que con tanto celo protegía Rosa Bartra, los congresistas salvan de cualquier responsabilidad tanto a Keiko Fujimori como a Alan García.

Visto lo ocurrido con la jefa del fujimorismo, ¿García teme correr similar suerte? ¿Por ello se lanza desafiante, habla de golpe de Estado, acusa al Gobierno de manipular el Poder Judicial y secunda al fiscal Chávarry?

Como los fujimoristas, los apristas han hecho también una cerrada defensa de Chávarry. ¿Insistirán en que se mantenga en el cargo a pesar de los cuestionamientos y la incomodidad que genera entre los propios integrantes del Ministerio Público? ¿Creen que Chávarry sacará del caso Lava Jato al fiscal José Domingo Pérez?

Entre tanto, preocupa que alguien que ha gobernado el país dos veces emplee la expresión golpe de Estado refiriéndose a decisiones del Poder Judicial. Como ex presidente, García sabe lo peligrosamente grave que puede resultar esa expresión en el contexto político que atraviesa nuestro país. El ex presidente García pregunta dos veces “¿es un golpe de Estado?”. Debería tener cuidado, porque algunos podrían pensar que su reiteración esconde el deseo de que eso ocurra.

Cuando Alberto Fujimori fue sentenciado y enviado a prisión, García estaba en la Presidencia. ¿Los fiscales y los jueces que llevaron ese juicio actuaron obedeciendo una orden del Ejecutivo? Es importante que quienes lideran los partidos políticos no digan cosas sin sentido.